_
_
_
_
Crónica:MIRADAS DESDE SANTO DOMINGO
Crónica
Texto informativo con interpretación

Del placer a la frustración

La República Dominicana es uno de esos países tropicales en los que si uno quiere marcha la puede tener los siete días de la semana y a todas horas. ¿O habrá que decir "era"? Los que disfrutan de las noches de jolgorio bañadas en niveles etílicos de diferente grado, según los gustos y capacidades físicas, seguro que se suman al tiempo pasado. El verano de Santo Domingo, Santiago, Puerto Plata, La Romana... en fin, de las principales ciudades del país, se ha visto alterado por una norma gubernamental que limita el horario de venta de alcohol. El decreto 308-06, del 24 de julio pasado, prohíbe vender bebidas alcohólicas a partir de las doce de la noche entre domingo y jueves, y a partir de las dos de la madrugada, los viernes y sábados. Al que no haga caso, le pueden cerrar, temporal o definitivamente, el establecimiento, cancelarle el permiso para operar e, incluso, aplicarle otras sanciones dispuestas por las leyes y reglamentos dominicanos.

Con el nuevo decreto restrictivo los hosteleros dicen que han bajado un 40% las ventas de bebidas alcohólicas

¿Por qué un cambio tan radical en un país en el que la madrugada podía ser regada con alcohol sin límites de ninguna clase? Como dicen los miembros del sector hostelero, una tierra "de gran tradición de vida nocturna". Hay un poco de todo. Pero el motivo principal es la voluntad de las autoridades de reducir los niveles de violencia en los que se ha sumido el país caribeño desde hace unos tres años. "Estamos comprometidos en dar mayor seguridad, y por ello actuamos contra aquello que tiende a propiciar la violencia, como lo es el exceso en el consumo de bebidas alcohólicas". Las palabras de Bernardo Santana Páez, jefe de la Policía Nacional, no dejan lugar a dudas.

Ciertamente, las facilidades para embriagarse en la República Dominicana llegaban -quizá llegan aún- hasta el punto de poder comprar una bebida espirituosa sin bajarse del coche y consumirla al volante como si de un refresco, un zumo o una botellita de agua se tratara. Aquello de "Si bebes, no conduzcas" se convertía en un sinsentido en esta tierra del Caribe.

Pero de ahí a que el incremento de la delincuencia esté directamente relacionado con el consumo de alcohol... Las propias autoridades han reconocido que es la droga una de las principales responsables. Hasta hace poco, el paraíso dominicano sólo servía de punto de paso para los estupefacientes. Ahora, parte de las pastillas y polvos se quedan en casa para desgracia de víctimas de robos, asaltos y hasta de secuestros con los que los colgaos se hacen con billetes para poder calmar el mono.

La frustración se palpa en las afirmaciones de los hosteleros. Hasta un 40% dicen que han bajado sus ventas en los primeros días de aplicación del mandato presidencial. El presidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes, Enrique de Marchena, ha dicho que el sector no puede aguantar una medida de tales características más de tres meses si quiere ser competitivo. El ministro de Turismo, Félix Jiménez, no comparte esa tesis y cree que medidas como la tomada venderán a la República Dominicana como un destino seguro y tranquilo al que el turista querrá llegar.

Por el momento, los hosteleros han propuesto algunos cambios, como el de que se amplíe en dos horas el horario de venta. Si no hay modificaciones, dicen que tendrían que despedir a unos 100.000 trabajadores de los 200.000 que emplean.

Un vendedor del colmado Bayahibe en la provincia de La Romana.
Un vendedor del colmado Bayahibe en la provincia de La Romana.AFP

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_