Elorza quiere abanderar el "renacimiento" donostiarra con 50 planes estratégicos

El alcalde donostiarra, Odón Elorza, detalló ayer los 50 proyectos estratégicos que deben guiar el "nuevo renacimiento" de la ciudad a partir de 2013, año en el que se cumplirá el segundo centenario del incendio y destrucción de San Sebastián. El regidor ha elegido esa fecha de gran simbolismo como "punto de llegada" para culminar los que considera "planes emblemáticos" en materia urbanística, cultural, medioambiental y de transporte. Hizo un llamamiento a la movilización ciudadana y a la unidad de las fuerzas políticas para rematar la transformación de la ciudad.

El documento, titulado Declaración Cívica San Sebastián 2013 y firmado por el propio alcalde, enumera buena parte de los 50 proyectos de carácter estratégico que, a su juicio, deben estar culminados en los próximos siete años con el objetivo de afrontar el "nuevo renacimiento" de la capital guipuzcoana. Propuso seguir el ejemplo de los vecinos que en 1813, tras ser arrasada la ciudad el 31 de agosto por las tropas francesas, decidieron iniciar su reconstrucción. Ahora sería el momento de comenzar su "refundación cívica".

San Sebastián tiene ante sí, dijo su regidor al presentar el texto por la mañana a los medios informativos, una "oportunidad de oro" tras haber llegado el momento de "la consolidación de un esperanzador y deseado proceso de paz". Añadió que es la mejor coyuntura para lograr la "regeneración moral de la socidad vasca a través de la cultura de la paz. Está en juego la recuperación plena de los valores humanos y democráticos por parte de una ciudadanía que necesita la paz".

En ese contexto, Elorza apostó por revitalizar la capital guipuzcoana cumpliendo 50 proyectos indispensables para permitir su "reconocimiento como ciudad abierta, culta y, por lo tanto, más creativa y solidaria". Los planes abarcan todos los ámbitos de la vida cotidiana, desde el urbanismo hasta el transporte, pasando por la cultura, la política social, la oferta de ocio o las intervenciones medioambientales. La declaración será aprobada hoy en sesión extraordinaria de la junta de gobierno municipal (PSE y EB), aunque el alcalde aclaró que las iniciativas incluidas no son patrimonio del equipo de gobierno, puesto que "superan el interés partidista y la coyuntura política actual".

En la relación de "planes emblemáticos", algunos de los cuales ya se hallan en ejecución, citó los polígonos residenciales de Antondegi y Auditz Akular como soluciones incluidas en el "plan de choque" para facilitar el acceso a la vivienda, la regeneración de los barrios, el nuevo pulmón verde de Ametzagaña, la renovación de la bahía de Pasaia y los tres puentes sobre el río Urumea. Elorza apostó además por el tranvía urbano, la mejora del cercanías (Topo) que cubre la ruta San Sebastián-Hendaya y el desarrollo de las infraestructuras viarias, como el segundo cinturón o la autovía del Urumea. El documento incluye la ampliación del aeropuerto de Hondarribia y la entrada del tren de alta velocidad en la estación de Atotxa.

En el capítulo cultural, enumeró el Centro Internacional de Cultura Contemporánea en Tabacalera, la ampliación de San Telmo o la reapertura, en febrero de 2007, del Teatro Victoria Eugenia. También figuran proyectos como la construccón de una pasarela peatonal aérea entre Sagüés y Mompás y la modernización del parque de atracción del monte Igeldo.

Incidente con radicales

Elorza llamó a la movilización ciudadana para plasmar este "ambicioso modelo de ciudad", aunque reconoció que muchos de los proyectos dependen de la colaboración y financiación de otras instituciones.

Ya por la tarde, el alcalde eligió el Museo de San Telmo, uno de los pocos edificios que quedó en pie tras los sucesos de 1813, para presentar la declaración ante unos 200 invitados. El acto fue interrumpido por una veintena de radicales que boicotearon la lectura con gritos a favor de la excarcelación del preso etarra Iñaki de Juana Chaos, en huelga de hambre desde hace 25 días. Entre los alborotadores se hallaba el ex edil de Batasuna Iñigo Balda.

Elorza interrumpió su alocución y, tras conversar con el delegado del Gobierno en el País Vasco, Paulino Luesma, y con el subdelegado en Guipúzcoa, Francisco Jordán de Urríes, decidió retomar la palabra mientras seguían los gritos.

Agentes de la Policía Municipal desalojaron al final a los radicales sin que se registrasen enfrentamientos y establecieron un dispositivo de vigilancia en el exterior del museo, lo que permitió que el acto concluyese con normalidad.