La Comisión Europea pide explicaciones a Italia por su veto a la fusión entre Abertis y Autostrade

El ministro italiano de Infraestructuras, Antonio di Pietro, desveló ayer un nuevo capítulo de la fusión entre la española Abertis y la italiana Autostrade, ambas concesionarias de autopistas. El ex fiscal anunció que la Comisión Europea ha solicitado "explicaciones" a Roma por su posición sobre la operación y criticó a Bruselas porque la carta "contiene imprecisiones".

La comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, ha dado 10 días a Italia para que explique su postura, pero, según informó Di Pietro, la carta llegó a Roma el pasado martes y el plazo vencía ayer, por lo que él contaría el tiempo desde que recibió la comunicación. El ministro también mostró su discrepancia con el departamento que dirige Kroes. "La carta de petición de explicaciones es inaceptable. Yo no acepto un ultimátum", afirmó.

El Ejecutivo de Romano Prodi se opone a la fusión entre Abertis -controlada por La Caixa y ACS- y Autostrade -propietaria del 52,1% del capital- desde antes de llegar al poder.

La unión entre ambas empresas se anunció el pasado mes de abril y ya en aquel momento fue vista con recelo por quien entonces estaba a punto de ser designado primer ministro. Cuatro meses después, a comienzos de agosto, el ministerio que dirige Di Pietro anunció el veto a la operación de las concesionarias de autopistas.

El argumento utilizado fue que ACS sería un accionista de referencia de la nueva empresa -la empresa que preside Florentino Pérez poseería el 12,5% del capital- y eso generaría "un conflicto de intereses entre sociedades concesionarias y empresas constructoras", lo que va en contra de la norma italiana, según explicaba entonces el ministro.

Sobre la fusión en concreto, Di Pietro afirmó ayer que Bruselas parte de un "presupuesto equivocado". Y añadió: "Yo no he prohibido ninguna fusión, porque cada uno se puede casar con quien quiera; el problema es que la concesión no puede ser entregada en dote, porque no les pertenece". El ministro concluyó que no puede ceder "un bien público" sin tener garantías precisas de "cómo terminarán las inversiones programadas".

Por su parte, Banca Intesa, el segundo banco italiano, negó ayer las informaciones acerca de que hubiera presentado un plan al Gobierno italiano para hacerse con el control accionarial de Autostrade, aprovechando el veto del Ejecutivo a la fusión con Abertis.

Según estas informaciones, difundidas por la agencia de noticias Efe, Intesa, en proceso de unión con el banco San Paolo, lideraría un grupo de inversores que compraría la sociedad Schemaventotto -controlada por la familia Benetton -. Entre los inversores se encontraría el constructor Caltagirone, uno de los más activos detractores del intento de compra por parte del BBVA de la Banca Nazionale del Lavoro el pasado año.

Un portavoz de la familia Benetton, Federico Sartor, no quiso hacer comentarios sobre la información. Sí habló, en cambio, la portavoz de la Banca Intesa, Costanza Esclapon, que negó que la información fuera cierta.