Un avión con 50 personas a bordo se estrella en EE UU poco después de despegar

Un avión regional de la compañía Comair se estrelló ayer a los pocos segundos de despegar de una pista equivocada del aeropuerto de Blue Grass, en Lexington (Estado de Kentucky), con 50 personas a bordo con destino a Atlanta (Georgia). El copiloto, el único superviviente fue rescatado en estado crítico. El resto de los ocupantes falleció víctima del fuego que se propagó en el avión tras el impacto. Es el accidente aéreo más grave en EE UU desde noviembre de 2001, cuando un Airbus 300 de American Airlines cayó sobre Queens (Nueva York) muriendo 265 personas.

El avión se precipitó a un kilómetro de la pista de despegue, en una zona rural, a las 6.07 hora local, 13.07, hora peninsular española. Las cajas negras y las marcas de los neumáticos han confirmado que el aparato despegó de una pista equivocada, según informó en conferencia de prensa Debbie Hersman, portavoz de la Asociación Nacional de Seguridad en el Transporte (NSTB). El avión utilizó la pista número 26, más corta, y que en teoría no se utiliza para vuelos comerciales, en lugar de la pista 22, la correspondiente a ese tipo de aeroplano, por lo que no pudo alcanzar la velocidad adecuada para despegar.

Comair, con sede en Cincinnati, es la filial de vuelos regionales de Delta Airlines. La aeronave accidentada, del modelo CRJ-100 de la empresa canadiense Bombardier, fue adquirida por la compañía estadounidense en enero de 2001, por lo que se considera bastante nueva. El sábado pasó además por una revisión de rutina, según explicó el presidente de Comair, Don Bornhorst. El comandante que pilotaba el avión llevaba siete años trabajando para la aerolínea. En el aeropuerto de Blue Grass se estaban realizando obras en una de las pistas.

Antes de conocerse el resultado de la investigación, se barajaba con la posibilidad de que el accidente se debiera al mal tiempo, ya que llovía ligeramente en la zona, pero no se tiene constancia de que fuera un problema, y la visibilidad era buena. "Esta industria tiene este riesgo. Estamos cooperando con la FAA para aclarar lo sucedido", dijo Don Bornhorst, que no quiso dar más detalles hasta conocer detalles de lo sucedido.

El avión transportaba a 47 pasajeros desde Lexington hacia Atlanta, además del piloto, el primer oficial y un auxiliar de vuelo. El único superviviente, el copiloto, James Polehinke, fue ingresado en estado crítico en el centro hospitalario de Kentucky. Las labores de identificación podrían llevar hasta tres días.

En la zona del siniestro, la estructura del avión se observaba casi completa antes de que se propagaran las llamas. Las autoridades de aviación descartaron, antes de conocer la información de las cajas negras, que lo ocurrido fuera fruto de una acción terrorista.

La última vez que se estrelló un avión del modelo CRJ de Bombardier fue en noviembre de 2004, operado por China Eastern-Yunnan, también al poco de despegar. Murió toda la tripulación.