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Reportaje:

La esclavitud de Natascha

La policía confirma que el secuestrador abusó sexualmente de la joven austriaca durante sus ocho años de cautiverio

La joven austriaca de 18 años Natascha Kampusch, huida el miércoles después de un secuestro de ocho años, fue víctima de abusos sexuales por parte de su secuestrador, según confirmaron ayer en Viena los responsables de la investigación. La joven agente de policía Sabine Freudenberger, con la que Natascha se sinceró el mismo miércoles, ya había declarado que, en su opinión, hubo abusos sexuales durante el secuestro. "Pero ella misma no lo tiene claro. Dice que lo hizo todo voluntariamente", explicó la agente. Los rumores de un posible embarazo no fueron confirmados.

Natascha huyó el miércoles de la casa de su secuestrador, Wolfgang Priklopil, de 44 años, cuando éste se alejó de ella para hablar por teléfono sin la molestia del ruido del aspirador con el que ella estaba limpiando el coche. La joven estaba obligada a realizar labores domésticas y a veces hacía trabajos de jardinería. Durante los más de ocho años de secuestro, Natascha vivió en una especie de zulo debajo del garaje de menos de cinco metros cuadrados. En su zulo, de 1,60 metros de altura, había una cama, estanterías con libros y vídeos, un televisor y un baño.

La joven estaba obligada a realizar labores domésticas, y a veces, de jardinería
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"Sin las indicaciones precisas de Natascha nunca hubiésemos encontrado el escondite, ni siquiera en un registro de la casa", declaró uno de los investigadores al diario austriaco Kurier. La casa unifamiliar, ubicada en la localidad de Strasshof, 20 kilómetros al norte de Viena, había sido revisada varias veces por inspectores, que no habían encontrado nada extraño.

Priklopil había preparado el secuestro con meses, puede que años, de antelación. Tenía la idea fija de tener una esclava sobre la que ejercer poder absoluto. Un año antes del secuestro compró la furgoneta blanca de marca Mercedes en la que metió a Natascha la mañana del 2 de marzo de 1998 cuando se dirigía al colegio, a la edad de 10 años. La construcción del zulo, al que se accede por una pequeña puerta acorazada e insonorizada, comenzó a mediados de los años noventa. Los vecinos veían sacar tierra y escombros, pero nunca sospecharon que Priklopil estaba cavando debajo del garaje. "Siempre estaba haciendo obras", declaró una vecina a la prensa.

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El secuestrador, que se suicidó tirándose a la vía del tren el mismo miércoles por la noche tras descubrir que Natascha había huido, no tenía contacto con nadie en su localidad.

Al contrario de lo que se informó inicialmente, ayer la prensa aseguraba que Natascha sí lloró cuando supo de la muerte de su raptor y única persona de referencia desde los 10 hasta los 18 años. Ella le pidió una y otra vez que la dejara libre porque quería algún día formar una familia, según le relató a la agente de policía. Sin embargo, él se negaba y le decía que si escapaba le pasaría algo malo a su familia. El secuestrador, cuyo nombre desconocía al comienzo, dado que le tenía que llamar "amo", le dijo que su padre no quería pagar el rescate de 13 millones de chelines (950.000 euros) que había pedido. Al principio no la dejaba salir del zulo, explicó Natascha a la agente Freudenberger. Luego fue conquistando otros espacios de la casa, y por último, la dejaba incluso salir al jardín.

Natascha permanecía ayer con una psicóloga y una policía en "un lugar seguro" que algunos medios habían sostenido que era un hotel, y otros, que se trataba de un sanatorio. Aún no ha mostrado deseos de volver a vivir con su familia. "Quiere estar protegida", declaró comprensiva su madre, Brigitte Sirny, al diario austriaco Die Presse. "Es mejor para ella. Nosotros no sabemos realmente qué hacer", añadió, y subrayó que ahora "está en manos de profesionales". Sirny ignora dónde se encuentra su hija. "Sólo tengo un número de teléfono al que puedo llamar, y ahí me informan de cómo ha ido el día y cómo se encuentra", añadió la madre.

Su primera noche en libertad tras 3.097 días de cautiverio Natascha durmió bien. La policía, que le tomó declaración de manera intensiva, tuvo que interrumpir los interrogatorios por consejo de los psicólogos al menos hasta el lunes. "Necesita descansar", declaró Erich Zwettler, de la policía austriaca.

Habitación en la que estuvo secuestrada Natascha Kampusch.
Habitación en la que estuvo secuestrada Natascha Kampusch.REUTERS
Imagen virtual de Natascha en la actualidad publicada por la revista Kurier.
Imagen virtual de Natascha en la actualidad publicada por la revista Kurier.

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