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La Banca Intesa y San Paolo aprueban su fusión

Enric González

Los consejos de administración de Banca Intesa y de San Paolo Imi aprobaron ayer el proyecto de fusión de las dos entidades, destinado a crear el primer banco de Italia en capitalización bursátil (65.000 millones de euros) y número de sucursales y el segundo en volumen de activos, por detrás de Unicrédito.

El Banco Santander, segundo accionista de San Paolo y, según diversas fuentes, poco entusiasta ante una fusión que debería reducir su influencia en el futuro consejo, dio un voto afirmativo. Ambas entidades decidieron que la fusión se realizaría sobre la base de un intercambio de tres acciones de Intesa por una de San Paolo.

Los consejeros de Banca Intesa, reunidos en Milán, fueron los primeros en dar luz verde a la operación. Contaron con el beneplácito provisional de su principal accionista, el banco francés Credit Agricole, que emitió una nota para expresar su apoyo a "las líneas generales" del proyecto de fusión, que debería producir unas sinergias traducidas en un beneficio adicional de 1.900 millones de euros en 2009, ejercicio en el que el banco fusionado debería funcionar ya a pleno rendimiento.

Luz verde de Credit

"La aprobación de Credit Agricole al proyecto final estará sujeta a que se alcance un acuerdo que salvaguarde e incremente el valor de los intereses estratégicos de Credit Agricole en el mercado italiano", matizó la entidad francesa.

La reunión del San Paolo, celebrada en Turín, se preveía más difícil que la de Intesa por las supuestas reticencias del Santander, que el jueves, cuando se conocieron oficialmente los contactos para una posible fusión entre Intesa y San Paolo, prefirió no hacer comentarios.

Diversos medios financieros especularon con la posibilidad de que la entidad española optara por vender su paquete accionarial, del 7,7%, y desligarse de la operación. El consejero delegado del San Paolo, Mario Sarcinelli, anunció tras la reunión que el proyecto había sido aprobado "por unanimidad", lo que implicaba el "sí" de la representación del Santander. El presidente del San Paolo, Enrico Salza, afirmó que el proyecto de fusión constituía "una prueba de que la clase dirigente turinesa" estaba dispuesta "una vez más a contribuir al desarrollo de todo el país".

La unión de los dos bancos, actualmente número dos y tres en el ranking italiano, fue calurosamente saludada por el Gobierno y por la oposición conservadora y suscitó entusiasmo en los mercados bursátiles.

Tras el sí de los consejos de administración quedaban difíciles negociaciones por delante, pero se había constatado un factor positivo: por primera vez en muchos años el Banco de Italia, fuertemente intervencionista bajo el mandato del ex gobernador Antonio Fazio, no ha puesto trabas ni condiciones políticas a un plan de fusión bancaria.

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