Los tres náufragos mexicanos llegarán hoy a su país

El Gobierno mexicano dijo hace dos días que investigaría las presunta relación con el narcotráfico de los tres pescadores que pasaron nueve meses y medio a la deriva en un barco de ocho metros de eslora y recorrieron 8.100 kilómetros. Ayer, el portavoz presidencial cambió de opinión, y dijo que no habrá investigación salvo que un particular presente una denuncia.

Jesús Vidaña, Lucio Rendón y Salvador Ordóñez fueron rescatados por un atunero taiwanés el pasado 9 de agosto, que los condujo a Majuro, capital de las Islas Marshall, donde les esperaba la embajadora de México en Nueva Zelanda. Tras pasar diversas pruebas médicas, los náufragos volaron a Honolulú (Hawai), donde pasaron la noche del miércoles. Ayer por la mañana llegaron a California y por la noche cogieron un vuelo a Ciudad de México.

Los náufragos sobrevivieron nueve meses alimentándose de carne cruda de pescado y gaviota y bebiendo agua de lluvia. "Nunca nos enfermamos, nunca tuvimos dolor de cabeza ni de estómago. El pescado crudo nunca nos hizo daño", explicó Ordóñez a su llegada a Majuro.

La tripulación que salió de San Blás, en el Estado de Nayarit era de cinco personas. Poco se sabe de los dos que murieron durante la travesía. Uno se llamaba Juan David Lorenzo. El otro tripulante, apodado El Farsero, "no se daba a querer", según Vidaña: "Se sentaba en una esquina a llorar y no comía. Nosotros comimos cosas crudas y aquí estamos". Vidaña negó que en la embarcación se practicase el canibalismo como medio de supervivencia, como sugirieron algunos periodistas.