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El euro sufre la mayor caída en un mes por el pesimismo alemán

Las malas expectativas de los inversores arrastran a las Bolsas

Un fuerte descenso del índice que muestra la confianza de los inversores alemanes (el índice ZEW) provocó ayer cautela en las Bolsas y la caída más fuerte del mes del euro. De 15,1 puntos que registró en julio, el índice marcó en agosto un saldo negativo de 5,6 puntos, es decir, una espectacular caída de 20,7 puntos. Los 307 analistas e inversores institucionales que responden a las preguntas del centro que elabora este índice fueron este mes mucho más pesimistas de lo esperado respecto al futuro.

La Bolsa de Francfort, y con ella las del resto de Europa, dio un bajón inmediato tras la publicación del índice para alcanzar el mínimo de la jornada en torno a mediodía y recuperarse después 24 puntos (0,41%) por encima del cierre del lunes. El motivo de tanto movimiento no es otro que el miedo a las repercusiones que pueda tener en la economía alemana a comienzos de 2007 la subida del IVA del 16% al 19%, aprobada ya por el Gobierno. Esta medida está destinada a sanear los presupuestos públicos y a reducir la cotización de las empresas al seguro de desempleo.

Los economistas temen que el aumento de los impuestos indirectos asusten a los consumidores, que empiezan a despertar de un dilatado letargo. La subida del IVA ha sido uno de los principales responsables de que el consumo haya despegado tímidamente este año para contribuir de forma modesta al crecimiento económico. Y es que, según se esperaba, los alemanes, que tienen fama de pensarlo dos veces antes de gastar, comienzan ya a adelantar a este año las compras importantes para escapar de un IVA aumentado.

Ahora se teme que el impulso proporcionado por la demanda interna en los últimos meses se vea ahogado a partir de enero por el efecto negativo del IVA. La pregunta que se hacen los expertos es cuántos meses durará este efecto.

Reacción en el mercado

Algunos analistas se tomaron ayer la publicación del índice ZEW -elaborado por el Centro de Investigación Económica Europea de Mannheim- con calma, acostumbrados a que suele ser bastante más pesimista que el índice Ifo, mucho más fiable en sus predicciones. El Ifo, cuya edición de agosto se publica mañana, recoge mensualmente la estimación de la situación actual y las expectativas para los próximos seis meses de 7.000 empresarios alemanes. Este mes se espera que vuelva a bajar moderadamente, como ya hizo en julio.

Que la economía alemana ha llegado a su punto más alto este año (creció un 0,9% en el segundo trimestre) y que a partir de ahora irá cuesta abajo al menos hasta que se recupere del trauma del IVA es algo sobre lo que existe una especie de consenso no explícito entre los economistas.

Pero el pesimismo alemán no sentó muy bien al euro. La moneda única europea sufrió su mayor caída en un mes, hasta 1,2792 dólares, al día siguiente de rozar los máximos anuales frente a la divisa estadounidense. "Existe una clara preocupación por el riesgo de que la actual recuperación económica no dure demasiado", explicaba a la agencia de noticias Bloomberg Jens Nystedt, analista del mercado de divisas de Deutsche Bank en Nueva York.

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