Un arroz para desplazar al 'bomba'
El nuevo tipo de grano creado por el IVIA ni se pasa, ni se endurece al enfriarse, resiste mejor al mal tiempo y produce casi el doble
Nadie sabe muy bien de dónde surgió el arroz bomba, una variedad conocida por resistir el exceso de cocción. Las primeras referencias que les constan a los ingenieros agrónomos del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) son de mediados del siglo XIX. "Está aquí desde entonces, pero de dónde es, no lo sabemos", dice Ramón Carreres. Los técnicos del IVIA, con Carreras a la cabeza, presentaron ayer una nueva variedad de arroz, llamado albufera, que parece llamado a desplazar al bomba. Reúne, según los científicos, sus mejores características, y lo supera en otras.
El acto tuvo lugar en los campos que el instituto tiene junto a la población de El Palmar, en los márgenes de L'Albufera, y fue dirigido por el consejero de Agricultura, Pesca y Alimentación, Juan Cotino.
El nuevo arroz proviene del cruce de las variedades bomba y senia, que fue a su vez otra de las creaciones del IVIA. ¿Cuáles son sus propiedades? Para empezar, el albufera tampoco se pasa aunque a uno se le vaya la mano con el tiempo de cocción. Pero al contrario que su antecesor, la nueva variedad mejora la "retrogradación". Es decir, "después de cocido, cuando se enfría, se endurece menos que el bomba", un arroz que al cabo de poco rato resulta crujiente. Las siguientes mejoras tienen que ver con la agronomía. La primera de ellas es su altura, alrededor de un metro en su momento álgido frente a los 140 centímetros que alcanza el bomba. La cosa tiene su importancia porque en caso de fuerte viento, por ejemplo, cuanto más alto más fácil resulta que se quiebre. Carreras confía en obtener ejemplares aún más cortos.
La segunda ventaja es su producción. El bomba suele producir unas cuatro toneladas por hectárea, mientras que el albufera debería rendir alrededor de siete y media. El consumo de agua es similar.
La nueva variedad ha sido conseguida mediante el antiguo sistema de cruzar especies. Los investigadores del instituto intentaron previamente utilizar otros sistemas. "Sometimos la variedad bomba a radiación gamma para ver qué salía. Y conseguimos plantas más bajitas, aunque no más que éstas, en la que el grano era demasiado pequeño, feo. Con mutación no hemos conseguido nada, y con el cruce sí", comentaba ayer Carreras.
El arroz albufera ha sido enviado a explotaciones de Tarragona, Aragón, Extremadura y Andalucía para ver qué tal responde en otro entorno climático. Si todo marcha bien, la nueva variedad llegará al mercado en un par de años. Si todo fuera muy bien, quizá siga sin saberse de dónde surgió el bomba pero no por qué desapareció.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.