Un turismo con cualidades de todoterreno
El Allroad fue uno de los pioneros entre los coches de fusión, los modelos que buscan integrar las funciones de varios tipos de automóviles en uno solo. En el caso de este Audi combina una carrocería de turismo familiar y una mecánica de todoterreno, con tracción Quattro y suspensión regulable en altura. El concepto se denomina todocamino y mantiene las ventajas dinámicas de las berlinas para viajar en carretera y gran parte de los recursos de los todoterrenos para salir del asfalto. Y como toma como base una carrocería más liviana y aerodinámica, mejora el comportamiento, prestaciones y consumos de estos últimos, y a cambio sólo exige aceptar algunas limitaciones en conducción 4×4: no está pensado para superar zonas difíciles o muy rotas en el campo.
El cóctel se adapta muy bien a los estilos de vida activos de las familias europeas: es ideal para aficionados a los deportes de invierno, porque asegura la movilidad en las nevadas y ofrece una capacidad generosa para cargar material deportivo (bicicletas, tablas de vela...). El inconveniente es el precio, desde 54.570 euros (2.7 TDi de 180 CV), una cifra excesiva que excluye a muchos clientes potenciales. Pero aunque es el todocaminos de referencia, hay alternativas menos sofisticadas que no exigen desembolsos tan elevados.
Un A6 con traje campero
El Allroad salió en el año 2000 e impactó por su espíritu innovador mostrando un camino que han seguido después otras marcas y que se popularizará aún más en los próximos años. Esta segunda generación supone una evolución que perfecciona los detalles tras la primera experiencia. No aporta grandes cambios, salvo que ya no tiene reductora, pero utiliza de base la carrocería y mecánica del nuevo A6 y supone un salto de calidad importante.
La línea transmite elegancia y poderío, pero no es ostentosa. El frontal mantiene el estilo de Audi, con una parrilla que se prolonga por debajo de la matrícula. En el lateral destacan las estriberas situadas debajo de las puertas, y las barras portaequipajes, muy discretas. La zaga, ancha y musculosa, remata el conjunto con una protección en la zona inferior y dos salidas de escape. El resultado es una imagen imponente, aunque algo pesada, pero no sacrifica la aerodinámica (CX: 0,34).
Práctico y elegante
El interior es idéntico al del A6 Avant y mantiene su calidad de acabado, con materiales y ajustes impecables y un ambiente elegante y cuidado. Las butacas delanteras son cómodas, aunque la regulación eléctrica es opcional (920 euros) y atrás ofrece un espacio correcto, pero sin alardes. Tiene un maletero enorme y muchos huecos: portagafas, bolsas grandes en las puertas, dos posavasos, repisas y un apoyabrazos hueco junto al freno de mano. Y dos posavasos más y un apoyabrazos central con botiquín en las plazas traseras.
El mando del sistema de información MMI está detrás del cambio y proyecta sus datos en una pantalla situada en el salpicadero. Pero la gran aportación del Allroad es la suspensión neumática, que incluye cinco programas, se adapta a todas las situaciones y permite viajar con confort y seguridad por cualquier terreno.
Cuatro motores
El nuevo Audi se vende con tres motores, 2.7 y 3.0 TDi (180 y 233 CV) en diésel, y 3.2 V6 y 4.2 V8 en gasolina (255 y 350 CV). Los precios son bastante altos, pero al menos incluyen un buen equipo de serie: ocho airbags, ABS, ESP, tracción Quattro, suspensión neumática, climatizador, sistema de información MMI, sensores de lluvia y luces, y todo lo habitual.
Conclusión
El Allroad es un familiar alternativo para quienes buscan un coche versátil que se adapte a todo. Tiene una imagen y acabados elegantes, se comporta de maravilla en carretera y sorprende en el campo. Cuenta con motores turbodiésel a la última e incluye un completo equipo de serie. Pero la limitación es el precio, muy elevado.
CALIDAD, ESPACIO E INFORMACIÓN
El interior del Allroad es muy similar al del Audi A6 y mantiene el estilo elegante de la marca, que combina con estilo los tonos de los plásticos y los detalles cromados y de madera para crear un ambiente exquisito sin caer en la ostentación. Destaca el centro de información MMI, que incluye una pantalla encima de la consola central y se maneja con una rueda situada detrás del cambio y parecida al ratón de un ordenador. El manejo es intuitivo, aunque exige práctica para usarlo con rapidez, y ofrece información sobre la climatización, audio, teléfono, navegador, reglajes del coche y hasta el programa de suspensión elegido.Las plazas traseras son sólo adecuadas para el tamaño del coche y el espacio para las piernas es sólo correcto. En cambio sorprende el cofre opcional (200 euros) que se integra entre los respaldos posteriores y el maletero, y permite ocultar objetos o guardar lo que se ensucia en una jornada de campo. El Allroad tiene también una capacidad de carga sobresaliente, 565 litros, y llega hasta 1.660 si se pliegan los asientos traseros. Además, Audi ofrece un equipo de fijación, con raíles y barras, para sujetar el equipaje y que no se mueva. La zaga es robusta y elegante, como la del A6 Avant, pero añade una protección en la zona inferior para conducción 4×4.
MÁS CARO QUE LOS TODOTERRENOS
El Allroad es más caro que los todoterrenos de su tamaño, pero ofrece unas prestaciones superiores y gasta menos: es más ligero y aerodinámico. El nuevo Audi cuesta 3.000 euros más que un Q7 con el mismo motor. Los dos tienen ocho airbags, pero el Allroad incluye la suspensión neumática regulable, que es opcional en el todoterreno (3.150 euros) y equilibra la diferencia. En cambio, el Q7 es más amplio y puede incluir dos plazas más (870 euros).El más asequible es otro todocaminos, el Volvo XC 70, que sale 11.400 euros más barato, aunque con seis airbags, un motor menos potente y un planteamiento menos sofisticado. El Touareg cuesta 6.000 euros menos con el mismo motor y seis airbags. Y el Mercedes R es sólo 840 euros más barato. Tiene seis plazas (tres filas) y asientos delanteros eléctricos, pero la suspensión neumática se paga aparte (1.210 euros).
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