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Crónica:ESCRITO A MANO
Crónica
Texto informativo con interpretación

El doloroso precio de la paz

El gobierno podría indultar a presos de ETA si la banda terrorista deja las armas definitivamente. Lo dijo en Catalunya Informació Miguel Buen, secretario general de PEE-EE en Guipúzcoa, y eso transcribe El Correo que he comprado en un mogollón playero con veraneantes vascos. La afirmación de Buen será contestada, pero amnistía de etarras hubo bastantes en el pasado. Juan María Bandrés me explicó un día que la menos conocida permitió regresar a España a más de 200 poli-milis refugiados en Francia. La amnistía la negociaron él y Fraga, ministro de Gobernación en el primer Gobierno de la monarquía. "Vaya al otro lado y tráigame la lista de los reinsertables", le ordenó Fraga antes de regalarle uno de sus libros para que al leerlo supiese como pensaba. A Bandrés le llamó la atención que Fraga utilizase la expresión "al otro lado", tan abertzale. Tiró el libro en la primera papelera que encontró en la calle porque el pensamiento fraguista lo conocía de sobra pero pasó "al otro lado" y volvió con la lista. Fraga tachó dos nombres. Los propios etarras le dijeron a Bandrés que los no reinsertables a juicio de Fraga no tenían delitos graves en su pasado y en cambio permitió el regreso de gentes con delito de sangre. En la amnistía juega un papel fundamental el momento político concreto. Cuando llegan, los familiares de víctimas se sienten traicionados. Viajas por Euskadi y sin compartir ese sentimiento, lo comprendes. Lo percibí en el pasado y lo percibiré más en el futuro si llega un definitivo adiós a la violencia.

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