Isla Mágica necesita crecer

El parque temático sevillano de Isla Mágica necesita expandirse para seguir creciendo y, por ello, requiere una ampliación del plazo que la Junta de Andalucía le concedió en 1996 para explotar el espacio reservado de la Isla de la Cartuja: el año 2025. Después de superar una crisis que le llevó a la suspensión de pagos hace dos años, la empresa se encuentra en una fase de plena expansión.

Este verano han sido más de 600.000 las visitas al recinto ambientado en las Indias recién descubiertas por Cristóbal Colón. De éstas, sólo en los cuatro días del puente pasado ha habido más de 30.000. Con esta afluencia de público, el beneficio de Isla Mágica ha crecido un 7% con respecto al año pasado en estas mismas fechas. "Esperamos llegar al 10%", explican fuentes de la empresa.

Por esta razón, la directiva de la compañía pretende ampliar su campo de acción en los terrenos que le fueron concedidos. "Queremos edificar en las zonas colindantes al parque que están dentro de nuestro perímetro", informa.

Para hacer esto, la empresa necesita que se apruebe su plan especial dentro del Plan General de Ordenación Urbana de Sevilla, recién aprobado el 14 de julio. La Gerencia de Urbanismo vio con buenos ojos el proyecto de la sociedad para construir oficinas relacionadas con la tecnología y el ocio dentro del recinto de Isla Mágica, ubicado en el parque tecnológico de La Cartuja.

Se trataría de 57.065 metros cuadrados, un porcentaje "pequeño", según la compañía. Sin embargo, la Junta de Andalucía, en sus recomendaciones al PGOU, aconsejó al Ayuntamiento una reducción de un 20% como máximo en esa capacidad de edificabilidad, informan fuentes municipales.

Isla Mágica insiste en reclamar la capacidad de construcción que solicitaba en un principio y ha presentado a la Dirección General del Patrimonio de la Consejería de Economía y Hacienda un plan de viabilidad, puesto que el suelo del parque no es de su propiedad, sino del Gobierno andaluz.

En dicho plan, la empresa pide la recalificación de los suelos para poder construir oficinas y complejos hoteleros y de servicios, una ampliación del plazo de concesión de terrenos de 50 años, es decir, hasta 2056; una reducción del canon que debe pagar anualmente (más de 800.000 euros) y ofrece como moneda de cambio la devolución de los espacios de los jardines del Guadalquivir, el pabellón del futuro y el canal de la Expo, además de algunas naves, para su explotación. "Sin este plazo, que nos exigen los principales inversores -las cajas San Fernando y El Monte- no amortizaremos el gasto que, por otro lado, revertirá en beneficio del propietario, ya que se quedará con un conjunto de edificios", alegan desde la compañía. La directiva recuerda que otras comunidades han apoyado iniciativas similares.

En las nuevas edificaciones se ubicarían empresas de la industria del ocio que pagarían alquileres y que estarían dedicadas al diseño de espectáculos, la realidad virtual, la simulación, etcétera. "Queremos que Isla Mágica sea un escaparate para estas compañías", afirman fuentes del parque.

Entre estas empresas, destaca la sevillana GPD (General de Producción y Diseño), que acaba de ganar el premio al mejor pabellón en la Exposición Universal de Aichi (Japón). Además de todo esto, Isla Mágica quiere "dar vida" al entorno que rodea al parque, con restaurantes, cafeterías y hoteles.

La empresa tendrá que invertir 106 millones de euros para este proyecto, que concluiría en unos diez años. "Necesitaremos, al menos, cuatro o cinco millones de euros de inversión cada dos años para cubrir este coste", explican fuentes directivas. La compañía tiene argumentos firmes para esta demanda: "Por cada euro que un visitante gasta en Isla Mágica, invierte 2,6 en la ciudad; damos empleo a 650 personas, entre subcontratas y empleados propios; y fomentamos la investigación y el desarrollo".