La calle de Borrell tendrá las aceras más anchas y un solo carril de circulación

La calle del Comte Borrell nunca ha sido una vía muy transitada por vehículos y, por ello, el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido reconvertir el tramo entre la Gran Via y la avenida de Roma en una vía reservada a peatones y bicicletas. La nueva calle tendrá un perfil muy similar a la de Enric Granados, también en el Eixample: aceras muy anchas, un solo carril por el que circularán los vehículos, y otro donde aparcarán motocicletas y reservado para carga y descarga. Las obras han empezado esta semana, y su presupuesto se eleva a 2,2 millones de euros.

Si hace unos años el Ayuntamiento de Barcelona optó por reconvertir la calle de Enric Granados en una vía sólo para transeúntes y ciclistas, en los próximos meses ocurrirá algo similar en un tramo de la calle de Borrell. Esta vía, según diagnostica el consistorio, nunca ha sido muy transitada. En consecuencia, en los últimos años se ha consagrado como una zona reservada al aparcamiento de vehículos.

Tras las obras, la vía se quedará sin plazas de aparcamiento, aunque se reservarán unas pocas en las esquinas. En consecuencia, los conductores que hasta la fecha han optado por aparcar sus vehículos en la calle de Borrell porque pensaban que allí había sitio tendrán que buscar otro lugar para estacionar el coche, algo complicado en determinadas franjas horarias en el centro de Barcelona.

Aceras de siete metros

El proyecto de transformación de la calle de Borrell cuenta con un presupuesto que supera los dos millones de euros. Los trabajos, que han empezado esta semana, consisten en ampliar considerablemente el tamaño de las aceras. Su anchura pasará a ser de siete metros.

Crecen las aceras a costa de la anchura de calzada, que se reduce notablemente. La calle de Borrell dispondrá de un solo carril de circulación, cuya anchura será de 3,7 metros. Por esta misma vía también circularán bicicletas.

El nuevo perfil de la calle reserva parte de la calzada a dos usos muy concretos. Habrá zonas para carga y descarga y plazas de aparcamiento reservadas a motocicletas y ciclomotores.

Las obras renovarán íntegramente el pavimento de la acera y también el asfalto de la calzada. Los tramos de la calle en los que se actuará tienen aceras muy antiguas, que han sido reparadas con diversidad de pavimentos, mientras que la calzada ha sufrido distintos recubrimientos asfálticos, hecho que ha reducido considerablemente la altura de la acera.

Además, se renovará el mobiliario urbano de la calle y se retirarán los árboles que estén en mal estado. Aunque, como explica el Ayuntamiento, su intención es procurar mantener el máximo de árboles ya existentes en esta vía.