Maragall reitera que el traspaso de El Prat será una realidad en breve

Pasqual Maragall reiteró ayer, como ya dijo hace tres días en Palma de Mallorca, que la gestión del aeropuerto de Barcelona por parte del Gobierno catalán será una realidad en un plazo breve. El presidente de la Generalitat, en un artículo publicado en La Vanguardia, critica la fórmula aeroportuaria gestionada por AENA, aunque en algún momento elogia la política "moderna" de la empresa pública dependiente del Ministerio de Fomento. En cambio, no ahorra críticas a Iberia, cuya política empresarial, dice, debería cambiar si quiere sobrevivir en el futuro.

Uno de los problemas de Iberia, denuncia Maragall, es que siendo una empresa privada sigue actuando como si fuera pública y sin adaptarse a la libre competencia.

El presidente del Gobierno catalán, que no se presentará a las elecciones del 1 de noviembre, sostiene que la gestión del aeropuerto desde Cataluña es un factor esencial para el futuro de la economía catalana y que si no quedó concretada durante la negociación de la reforma del Estatuto se debió a los incrementos de costes de las obras en Barajas (nueva terminal) y en el propio aeropuerto barcelonés. Ambas duplicaron el presupuesto inicial, afirma, lo que indujo a la hacienda pública a no desprenderse de una inversión de ese calibre.

En opinión de Maragall, es urgente el traspaso de la gestión de El Prat al Gobierno catalán, a través de una ley específica, de modo que se cree un consorcio que integre al conjunto de la sociedad catalana.

Carta de Saura

Junto a esta demanda, el consejero de Relaciones Institucionales de la Generalitat, Joan Saura, ha enviado al ministro Jordi Sevilla un informe en el que emplaza al Gobierno central a que, con la entrada en vigor del nuevo Estatuto, el próximo miércoles, sea "leal" al texto y detenga la "invasión" de competencias catalanas. Saura añade una carta en la que le transmite su "preocupación" por las prácticas que el Gobierno central sigue utilizando para arrebatar competencias a Cataluña, le insta a dar instrucciones a todos los ministerios para que "cambien de actitud" y le propone celebrar una reunión para tratar el asunto.