En la carrera por la Concha de Oro

Celia, una mujer entregada a su familia, intentó suicidarse sin éxito y trata a toda costa de recuperar las riendas de su vida. Pero la investigación de un crimen se cruza en su camino. Antonio Chavarrías ha construido sobre esta idea Las vidas de Celia, un largometraje protagonizado por Najwa Nimri y Luis Tosar, con el que vuelve al cine negro. La película participará junto a Lo que sé de Lola, de Javier Rebollo, y Vete de mí, de Víctor García León, en la carrera por la Concha de Oro del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, que se celebrará del 21 al 30 de septiembre. Más allá del espejo, el último documental del recientemente fallecido Joaquim Jordà, se proyectará fuera de concurso.

La organización avanzó ayer la presencia española en el certamen, que refleja toda la variedad del cine que se rueda hoy en este país. Chavarrías compite con lo que llama "un bolero en clave de cine negro"; Rebollo lo hace con una historia de amor imposible, protagonizada por Lola Dueñas. La actriz, musa de sus cortos, encarna a una mujer que se instala en un vecindario y revoluciona sin saberlo la vida anodina de León. La tercera propuesta española en competición, con Juan Diego, Rosa María Sardá y Juan Diego Botto en el reparto, es un enredo de familia. Lo sufre Santiago, actor de un vodevil de éxito que ve alterada su rutina cuando su hijo decide regresar a casa a vivir del cuento.

El festival donostiarra también proyectará fuera de concurso el documental de Jordà sobre su vida y trabajo tras el infarto cerebral que padeció. Situará además en otro apartado de la competición, en la de Nuevos Directores, Bosque de sombras, película de Koldo Serra protagonizada por Gary Oldman y Virginie Ledoyen; La distancia, de Iñaki Dorronsoro, con Federico Luppi y José Coronado en el reparto; Kutsidazu bidea, Ixabel, de Fernando Bernués y Mireia Gabilondo, y 53 días de invierno, protagonizada por Mercedes Sampietro y Silvia Munt y que ha sido dirigida por Judith Colell.