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PIE DE FOTO | El País, 18-10-2005

El otro

Juan José Millás

Esta fotografía pertenece a un anuncio de ING Direct, su otro banco, la cuenta naranja, el depósito a un mes sin cantidad límite, la banca de Internet, todo eso. No cobra comisiones ni penaliza la cancelación de hipotecas y da más intereses que las entidades analógicas. Lo digo para que se sitúen. Por lo visto, los personajes del anuncio no son actores, sino clientes verdaderos de la institución. Ahí tienen, de izquierda a derecha, a Antonio Ruiz; a su mujer, Concepción Ruiz; y al socio de ambos, un tal Francisco Ruiz. El hecho de que los tres se apelliden Ruiz desconcierta un poco, pero el mundo está lleno de Ruices. ¿Por qué no iban a coincidir tres en la misma foto? Cosas más raras hemos visto.

Nos gusta imaginar qué ocurre de verdad por debajo de la apariencia. Nos apasiona hacer novelas

En el anuncio aparecía un texto entrecomillado, atribuido a Antonio Ruiz, que rezaba así: "Mi socio del ultramarinos y mi mujer me hicieron caso, se apuntaron a ING Direct y ahora ven cómo sus ahorros crecen". Nada que objetar. Han encontrado un modo de que la inflación no se coma su pasta y lo han llevado a la práctica. Quizá por eso están contentos. Es muy posible que su conversación gire en torno a los beneficios bancarios. En cualquier caso, el que habla con más pasión del tema es Antonio Ruiz, el gordo, dicho sea sin ofender. Francisco le escucha con amabilidad, pero con un punto de escepticismo: observen las manos en los bolsillos y la reserva mental desde la que atiende a su socio, dibujada en esa sonrisa un poco acartonada. Es como si dijera: Está bien, hombre, pierdes menos dinero que en el Santander, pero tampoco estamos hablando de una religión. En cuanto a Concepción, la esposa del gordo, parece que está un poco violenta por el entusiasmo de su marido, exagerado a todas luces. Mira a la cámara con una sonrisa contenida en la que creemos leer: "No le hagan mucho caso".

Hasta aquí, todo normal, ya digo. Pero usted y yo no somos personas normales. A usted y a mí nos gusta mirar las costuras de la realidad. Nos gusta imaginar qué ocurre de verdad por debajo de la apariencia. Nos apasiona, en fin, hacer novelas. ¿Qué es lo primero que me conmovió a mí de esta fotografía? ¿El depósito a un mes 6% TAE sin límite de cantidad para los nuevos clientes? ¿La alta rentabilidad? ¿La disponibilidad total? Nada de eso: lo que me conmovió fue la evidencia de que Concepción, la esposa de Antonio, tenía un lío con Francisco, el socio. Se trata, como digo, de un ejercicio novelesco, en algo nos tenemos que entretener, pero no es un ejercicio completamente gratuito. Vean al socio. Tiene toda la pinta del solterón vividor. Viste deportivamente, pero con más coquetería que Antonio, que ha renunciado a seducir. En realidad, Francisco y Concepción están manteniendo, telepáticamente, el siguiente diálogo:

-Tu marido es que se lo cree todo -dice él.

-Siempre fue un poco ingenuo -responde ella-, ya lo sabes.

-Es que habla del 6% TAE como si hablara de la Virgen.

-¿Y a ti qué más te da? Luego nos vemos en la trastienda.

Complete usted el diálogo y compruebe lo divertido que es imaginar historias. Lo mejor, con todo, es que a veces se acierta. Y sin necesidad de pagar comisiones. O sea, tu otro banco. Si lo prefieren en términos freudianos, el Otro.

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Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

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