Los ecologistas alertan sobre una fuga en un oleoducto ruso

El ministerio de Protección del Medio dio ayer la voz de alarma en Moscú: la fuga de petróleo en el oleoducto Druzhba (Amistad), que va desde Rusia a la Unión Europea, habría contaminado una superficie de 10 kilómetros cuadrados en la provincia de Briansk, al suroeste de Moscú.

Mientras tanto, los funcionarios locales del departamento de Situaciones de Emergencia afirmaron que las dos manchas de crudo que se produjeron a raíz de la avería afectan a una superficie de sólo 350 metros cuadrados y que el oleoducto ya ha sido reparado y funciona normalmente.

La noticia de la avería ocurrida el sábado pasado de madrugada en el distrito de Surazh, en la frontera con Bielorrusia, fue divulgada ayer por la oficina de prensa del ministerio de Protección del Medio después de ser alertada por las organizaciones ecologistas de Briansk.

En un primer momento, el ministerio hizo suya la versión de los ecologistas, pero tras las explicaciones ofrecidas por el departamento local de Situaciones de Emergencia adoptó una posición más cautelosa. Dejó de hablar de catástrofe ecológica y decidió enviar a Surazh a su viceministro, Oleg Mitvol, para que evalúe in situ la contaminación producida por la rotura del oleoducto.

Situaciones de Emergencia explicó que se produjo una rotura en una tubería de 80 milímetros de diámetro, que desencadenó la fuga de 48 metros cúbicos de petróleo. Sostuvo que la profundidad del daño a la tierra no supera los 10 centímetros y que el crudo no ha contaminado ningún embalse (el río más cercano se encuentra a cinco kilómetros del lugar donde se produjo la avería).

Pero los datos que obran en poder de Mitvol son otros: la fuga alcanza como mínimo 350 metros cúbicos y el oleoducto no ha sido reparado completamente. Hasta el momento, se ha disminuido la presión en la tubería para que el crudo no salga a chorros. Ésta es la cuarta avería en el oleoducto Druzhba desde principios de año.