_
_
_
_
Crítica:FESTIVAL SHAKESPEARE DE SANTA SUSANNA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Puck en paro

Y el Festival Shakesperare de Santa Susanna (Maresme) terminó. Finalizó anteanoche su cuarta edición con danza contemporánea y una compañía alemana de magnífica técnica: Das Bellettensemble von Mecklenburgisches Staatstheater Schwerin, que con El último sueño de Puck, en el que convierten al más famoso de los duendes de la literatura en un parado. El espectáculo cautivó al público.

La expectación que había despertado la actuación de la Das Bellettensemble von Mecklenburgisches Staaatstheater Schwerin, que dirige Jens-Peter Urbich, reunió en Santa Susanna a númeroso público, entre el que estaban las coreógrafas Catherine Allard y Marta Carrasco. La coreografía que presentaba la compañía alemana está firmada por Annet Göhre y el catalán Cayetano Soto, un bailarín y coreógrafo formado en el Institut del Teatre de Barcelona y ex miembro de la compañía de iniciación profesional IT Dansa, que actualmente desarrolla su vida profesional en Alemania.

La edición del festival que acaba de finalizar ha centrado su programación en torno a Sueño de una noche de verano, escrita por Shakespeare sobre 1595. Inspirándonse en ella, Göhre y Soto han creado un espectáculo en que el protagonista absoluto es Puck, el travieso duende de la obra, y ha actualizado la acción de la historia. Así vemos al protagonista de la coreografía en una oficina del paro, entre amargados oficinistas y mujeres de la limpieza, y a unos ángeles, borrachos, que bajan a trompicones por las escaleras de la Masía Can Ratés, integradas como parte del espacio escénico.

Esta rompedora versión, de 120 minutos de duración y que incluye un descanso, sitúa al público en el actualidad, pero le aleja mucho de la magia y fantasía que emana El sueño de una noche de verano. Las cinco historias de amor que relata esta comedia y las vicisitudes de los enamorados se diluyen en escena. El hecho de que Puck esté muerto y sea invisible para sus coetáneos complica aún más la trama. Lejos de esta versión está el componente onírico de la célebre obra de Shakespeare. El problema no reside en que el público se encuentre ante una versión contemporánea de la pieza, sino en la falta de magia y ensoñación de ésta. Es una versión que no destila ni amor ni hechizo.

El mayor mérito de este espectáculo es la brillante interpretación de los 14 bailarines que forman la Das Bellettensemble von Mecklenburgisches Staatstheater Schwerin, que cautivó al público. Sus evoluciones cortaron la respiración. Cuando ejecutaba un grand jeté, el elenco femenino quedaba suspendido por unos instantes en el aire. Sobrecogedor. Los chico tienen un giro matemático y un baile enérgico. Los coreógrafos utilizan la danza clásica y contemporánea en una inteligente combinación y a lo largo de todo el espectáculo abundan los momentos coreográficos brillantes, aunque la estética uniforme y fría y la falta de una dramaturgia consistente ensombrezca la pieza.

La música del compositor contemporánea de Georg Katzer tampoco ayuda. Demasiado crispante para recrear historias de amor, a pesar de que este autor, que utiliza el metal y la percusión en sus partituras, se permite flirtear con la música clásica. Así, en la música para esta coreografía aparecen fragmentos distorsionados de Romeo y Julieta, de Prokófiev, o de El lago de los cisnes, de Chaikovski, que aparecen en momentos culminantes del espectáculo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_