_
_
_
_
_
Reportaje:Día de caos en el aeropuerto de El Prat

"No hija, hoy no llegaremos"

Miles de personas abarrotaron las tres terminales del aeropuerto durante horas sin saber si podrían coger su avión

"No hija. Hoy no llegaremos a Madrid. No te preocupes, estamos bien". Era una de las cientos de llamadas que los usuarios repitieron durante el día para tranquilizar a sus familiares.

Para muchos, lo que ayer era su primer día de vacaciones o la llegada de su descanso anual se convirtió en un inesperado día haciendo colas en el aeropuerto.

Los nervios afloraban a la vez que el calor dentro de las instalaciones aumentaba. El tiempo pasaba, las colas se alargaban y los pasajeros no recibían información alguna. "It's closed. No flights today", se limitaba a repetir una y otra vez una empleada de la compañía que se dejó ver al otro lado de la ventanilla del mostrador de venta de billetes de Iberia. Ivonne, una argentina que pensaba regresar a su país hoy, se lamentaba de que había perdido todas las posibilidades de enlace con el avión que la tenía que llevar a su país.

Más información
Paciencia y mucho móvil en Barajas

"Estamos muy sorprendidos. Los pasajeros caminan por las pistas y cogen por su cuenta el equipaje", explicó Iñaki Ruiz, un trabajador de tierra de Spanair.

"Si supiera que el avión no saldrá aún tendría tiempo de coger el tren y llegar esta noche a Alicante, pero no me informan de nada", decía Jessica Picos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Los usuarios ocuparon todos los rincones de las instalaciones, durmiendo sobre sus propias maletas. Con los bancos todos ocupados, se esparcieron por el suelo, mientras que algunas personas mayores, sin ningún lugar donde poder descansar, se postraron en las cintas de equipaje.

Desde las colas se escuchaban gritos, silbidos e insultos contra los huelguistas. Los ánimos se caldeaban más cada vez que AENA informaba por megafonía sobre los retrasos. La policía nacional hizo acto de presencia para asegurar la calma.

Mateo González esperaba la llegada de su hijo de Shanghai: "Me ha llamado desde Múnich diciéndome que cogía el vuelo hacia Barcelona. Pero tendría que haber llegado hace una hora a Barcelona y no sé nada de él". En información no le supieron aclarar si el avión había sido desviado.

Las pocas personas que salían por la puerta de llegadas lo hacían después de horas de espera de lo que resultó al final un viaje frustrado y con la ilusión, al menos, de haber podido recoger su equipaje, que habían facturado horas antes.

"¿A dónde voy yo? No tengo hotel. Si yo soy de Badajoz", decía exaltado un pasajero al ver que pasaban las horas y no tenía dónde pasar la noche. "Es una pena. ¿Qué imagen estamos dando de Barcelona?", se preguntaba Victòria Castillo, catalana residente en Londres.

Entre las personas atrapadas se encontraban también personas conocidas, como el economista Xavier Sala Martín; el consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura; la concejal del Ayuntamiento de Barcelona Imma Mayol; y la alcaldesa de Esplugues, Pilar Díaz. "Cada año Iberia protagoniza una huelga. Es una vergüenza", afirmó Díaz, que esperaba para poder salir a Málaga.

Antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía, frente a los huelguistas que ocuparon las pistas.
Antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía, frente a los huelguistas que ocuparon las pistas.TEJEDERAS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_