La enfermedad hace mella entre los inmigrantes del pesquero de Malta
El Gobierno español negocia con Libia la repatriación de los 51 náufragos
La situación a bordo del Francisco y Catalina, el pesquero español que acoge desde el viernes pasado a 51 inmigrantes sin papeles a 14 millas de Malta, pone los pelos de punta, según el relato del capitán del barco, José Durá. Ayer, un médico subió a bordo a examinar a los hacinados y no dudó en recomendar la hospitalización de dos de ellos: una mujer embarazada y una niña de dos años.
La enfermedad ha prendido en el barco, donde 62 personas -los náufragos y la tripulación- comparten menos de 50 metros cuadrados.
El Ministerio de Asuntos Exteriores español todavía no ha logrado convencer a Malta para que autorice el desembarco de estos inmigrantes. El paso siguiente sería negociar con Libia para que acepte su repatriación. Malta sostiene que es Madrid la que debe hacerse cargo de los náufragos.
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