Decenas de miles de extranjeros huyen por tierra y mar

Decenas de miles de extranjeros sorprendidos por el conflicto en Líbano o de libaneses con doble nacionalidad huyen en masa de los bombardeos israelíes, en uno de los mayores éxodos de civiles en tiempos recientes. Por tierra, a través de Siria, o en barco, hacia la cercana isla de Chipre, Naciones Unidas ha dado ya la orden de evacuar a personal no esencial en Líbano, que comprende a 1.800 empleados con sus familias.

España va a completar en las próximas horas la evacuación de sus ciudadanos en Líbano con la llegada a Madrid de un tercer vuelo con 175 personas a bordo fletado por el Gobierno español. En territorio libanés permanecen aún unos 200 españoles que no han querido abandonar el país. El Ministerio de Asuntos Exteriores aseguró ayer que su personal diplomático en Beirut permanece en contacto con los españoles que aún siguen en la zona.

Estados Unidos está utilizando helicópteros para trasladar a sus nacionales desde Beirut hasta Chipre. Cinco buques de guerra norteamericanos han sido enviados hacia las costas de Líbano, donde viven unos 25.000 estadounidenses, para proteger la evacuación de extranjeros.

Un primer grupo de 1.200 ciudadanos franceses evacuados han llegado ya al puerto chipriota de Larnaca, desde donde serán trasladados por vía aérea a París. Unos 8.000 franceses, de los 20.000 residentes en Líbano, han solicitado salir del país a su Gobierno. Israel ha dado garantías de que no atacará los convoyes de civiles que huyen del sur de Líbano hacia Beirut. El Gobierno británico espera poder evacuar a unos 5.000 de sus 22.000 ciudadanos residentes en ese país hasta el próximo fin de semana.

Canadá, que cuenta con la principal colonia extranjera en Líbano -unas 40.000 personas-, está organizando también la salida de sus ciudadanos a bordo de varios barcos fletados en Chipre. Otras comunidades importantes en Líbano son la de Filipinas, con 30.000 miembros, y la de Australia, con 25.000.

Más de 300 alemanes regresaron ayer a su país por vía aérea desde Damasco, y un grupo de unos 180 italianos fue evacuado desde el puerto de Beirut hasta el de Larnaca, en Chipre, a bordo de un buque de la marina de guerra italiana.