La comunidad internacional se moviliza para enviar una misión de paz a Líbano
El Ejército israelí mata a más de 50 personas en el sexto día de ataques
Tras seis días de guerra y más de un centenar de muertos, la diplomacia y la esperanza parecieron abrirse camino ayer. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, y el primer ministro británico, Tony Blair, lanzaron desde San Petersburgo, donde concluyó la reunión del G 8, un llamamiento para enviar una fuerza internacional de paz a la frontera entre Líbano e Israel. Los ministros de Exteriores de la Unión Europea se sumaron inmediatamente a la iniciativa, mientras que EE UU no la objetó. El Gobierno israelí, por su parte, rechazó de plano la propuesta de la ONU y exigió el desarme de la milicia libanesa chií de Hezbolá.
Blair afirmó que esa fuerza de paz tendría que ser "mucho mayor" que los 2.000 observadores que la ONU mantiene en Líbano desde 1978. El primer ministro italiano, Romano Prodi, aventuró que el contingente debería estar formado por 8.000 hombres, El presidente de Estados Unidos, George Bush, desveló en una conversación privada con Tony Blair el próximo viaje de su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, a la región para afrontar la crisis. En un diálogo que creían a micrófono cerrado y que dio la vuelta al mundo, Bush le dijo a Blair: "Siria tiene que obligar a Hezbolá a dejar de hacer esta mierda".
Los ministros de Exteriores de la UE se manifestaron dispuestos a participar en la fuerza internacional. El Consejo de Ministros de la UE acordó ayer que "reconoce a Israel el derecho a la autodefensa", pero le urge a ejercitar la máxima contención y a que no recurra "a una acción desproporcionada".
Israel optó por desdeñar la iniciativa de Kofi Annan. "No creo que estemos en esa etapa todavía. Estamos en la fase en la que queremos asegurarnos de que Hezbolá no vuelve a desplegarse en nuestra frontera del norte", afirmó el portavoz del Gobierno israelí, Miri Eisem. Entretanto, la violencia continuó un día más. Israel lanzó 60 ataques aéreos contra las posiciones de Hezbolá en Líbano e infraestructuras civiles del país árabe, causando más 50 muertos, entre ellos, una docena de civiles que trataban de huir en dos vehículos hacia el norte. Hezbolá, por su parte, lanzó decenas de cohetes contra la ciudad israelí de Haifa.
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