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El Museo de Bellas Artes presenta la obra gráfica del artista británico John Martin

Una colección de 66 piezas muestra su maestría técnica al plasmar lo sobrenatural

Michel J. Campbell era un adolescente cuando vio en la Tate Gallery de Londres la obra El juicio final (1853), del pintor y grabador romántico británico John Martin (1789-1854). La impresión que le causó la pintura fue el inicio de su pasión por la obra de Martin, un artista que buscaba despertar la emoción del espectador a través de la representación de lo sobrenatural y del poder de la naturaleza. Campbell ha conseguido ser un experto en la obra de Martín y el propietario de la más completa colección de obra gráfica del artista, que desde ayer presenta en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.

La exposición La oscuridad visible. John Martin. Estampas y dibujos de la colección Campbell reúne una selección de 66 obras, que explican con el dramatismo de su composición y su extraordinaria técnica porqué se ganó en vida la consideración de sus contemporáneos. Martin paso a la historia del arte como un exponente de "la estética de lo sublime", que plasmó especialmente en los grabados realizados con la técnica de la manera negra o mezotinta. A partir de un negro total, el artista trabaja la plancha de cobre con toques precisos que destacan los puntos tocados por la luz. Las estampas resultantes destacan por la intensidad del negro y la expresividad de sus claroscuros.

La exposición recorre toda la trayectoria de Martín con una selección de piezas de la colección reunida por Campbell a partir de grabados inspirados por obras italianas de vistas y ruinas clásicas. El artista logró el reconocimiento público con las estampas inspiradas por el poema El paraíso perdido, de John Milton, y en la cumbre de su carrera se centró en la represemtación de pasajes biblicos.

El sentido escenográfico de Martin tuvo una gran influencia en otros artistas, como Delacroix, y en grandes clásicos del cine, como Los diez mandamientos, de Cecil B. de Mille. Martin fue más que un pintor y grabador, recordó ayer Campbell. El artista estuvo interesado por el urbanismo y el diseño de utópicos planes de reforma de los parques, los sistemas de transporte, el abastecimiento de agua y el alcantarillado de Londres, que sólo pudieron ser puestos en práctica en parte muchos años después de su muerte.

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