Camps arropa a Alperi y exhibe la fractura con el sector zaplanista

La proximidad de las elecciones municipales y autonómicas de 2007 se hizo notar ayer en Alicante, donde el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, se preocupó de exhibir una imagen de cercanía a los ciudadanos. El jefe del Consell desplegó su cara más afable en la inauguración de la reforma de la plaza de Manila. La visita de Camps, que arropó a Díaz Alperi y no saludó a Ripoll, tiene un especial significado en plena pugna interna de los populares por designar al candidato a la alcaldía de la ciudad.

El alcalde, el campista Luis Díaz Alperi, se mantuvo en todo momento muy cerca del presidente y no dejó pasar la oportunidad de loar la ayuda económica prestada por el Consell para que la remodelación de la plaza haya sido posible. Todo lo contrario que el presidente de la Diputación, el zaplanista José Joaquín Ripoll, que avala a la diputada Macarena Montesinos como sustituta de Alperi. Ripoll y Camps ni tan sólo se dieron la mano y evidenciaron en todo momento su distanciamiento.

Camps se dejó querer ayer en un feudo que tradicionalmente ha rendido pleitesia a su antecesor en el Palau de la Generalitat, Eduardo Zaplana. Antes de descubrir la placa conmemorativa de la inauguración y de dar paso a los discursos, empleó cerca de un cuarto de hora en repartir besos y apretones de manos entre los centenares de vecinos que se congregaron en la plaza. Además de ovaciones y palabras de ánimo, escuchó sus inquietudes y quejas.

Algunos aprovecharon para dejar patente su apoyo a la política territorial del PP. "España no hay más que una", exclamó una vecina a la que Camps contestó asintiendo. Tampoco torció el gesto cuando un ciudadano comenzó a increpar a las autoridades con gritos de "sinvergüenzas" hasta que la policía le obligó a retirarse. Y para terminar, invitó a una mujer a utilizar el mando a distancia con el que se levantan los nuevos contenedores soterrados de la plaza, definida por Camps como "una de las más bonitas de la Comunidad". Alperi, no obstante, admitió que la obra está inconclusa y prometió instalar más bancos, como habían pedido minutos antes algunas personas mayores.

La remodelación, que ha costado 850.000 euros financiados en un 60% por la Generalitat, persigue un mejor aprovechamiento del espacio para el uso peatonal con el objetivo de estimular las compras en los comercios, y se ha rematado con la dotación de juegos infantiles y una fuente.

Tras la inauguración, el concejal de Fiestas, Turismo y Playas, Andrés Llorens, anunció su afiliación al PP por "compromiso" con el proyecto político que lideran Camps y Alperi, del que dijo que es "el mejor alcalde que podría tener la ciudad en los próximos años".