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Columna
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Altos vuelos

Quién nos iba a decir que tendríamos la gripe aviar en verano. Hombre, de por sí tenemos un veranito que no es para dar aplausos, pero de ahí a que las aves tengan que volar con klínex y aspirinas va un trecho. Como, sin embargo, no hay mal que por bien no venga, al menos hemos aprovechado para saber qué es un somormujo. Y no era un hierbajo sino un pato. Un pato que, por cierto, podría esgrimirse como insulto: calla pedazo de somormujo... También nos ha servido para saber por qué el PNV ha dejado de celebrar en las campas de Salburua el Aberri Eguna. Es que se lo olía y para coger gripes mejor está coger la de los humanos que parecen potencialmente menos peligrosas, pues no saben nada los sucesores de don Sabino... Total que no sólo volaban los somormujos o podicipediformis de Salburua (excepto el pobrecito con gripe) sino que también echó el otro día a volar en Euskadi Superpaquete Supermán. Lo digo por el problema que tuvo con los bajos y que le convertía en un individuo poco presentable para el entretenimiento familiar, porque los que van dotados de por ahí, aunque no vuelen, suelen ser más propios del entretenimiento adulto. Pero bueno, una vez que le metieron kriptonita en el asunto, o se lo pasaron por el ordenador, ya pudo echar a volar con más soltura. Como los somormujos (menos el pobrecito de Salburua) que al parecer vuelan poco "pero, una vez que se encuentran en el aire su vuelo es veloz y rectilíneo", según cuenta mi enciclopedia aviar.

Cuando se instala la sospecha de que alguien no dice la verdad nadie le creerá aunque la diga

Sí, hemos tenido unos días de mucho vuelo por aquí, pero no faltaron los que no pudieron hacerlo. Por un lado están los que se vieron impedidos por culpa de la huelga de pilotos de Iberia, que parecen somormujos en el aire, dado lo rectos que vuelan en pos de sus cosas, por otro Bob Dylan que, pese al campo de despegue que le había preparado nuestro alcalde Odón, se quedó a ras de suelo y hay crítico al que confundió y hay al que aburrió sin paliativos, pese a que la respuesta estaba en el viento. No quiero hablar de Iban Mayo para no echar sal en la herida, pero hay que reconocer que también arrastra el ala el llamado "proceso". Igual es porque lo escribió un señor llamado Kafka. Aunque, como mínimo, se debe reconocer que los ciudadanos de a pie, e incluso los de ala delta, no sabemos a qué palo quedarnos con eso de si miente o no miente ETA. ETA o quienes aseguran que ETA ha establecido o ha dejado de establecer pactos previos al alto el fuego, porque implicaría que entonces quien está mintiendo es el Gobierno y, claro, eso resultaría muy grave. Desde luego, no cabe decir con Conde Pumpido que ETA miente siempre e intoxica porque significaría que también mintió cuando sacó a la luz los papeles que firmó con PNV y EA. Resulta más prudente asegurar que, aunque mató y extorsionó cuanto pudo, a veces no dice la verdad o la tergiversa. A cambio nos consideraríamos más tranquilos sabiendo por boca del Gobierno -con algún papel o prueba adjunta- qué es exactamente lo que acordaron. Aunque también hay que reconocer que cuando se instala la sospecha de que alguien no está diciendo la verdad, nadie le creerá aunque la diga.

Y ése parece que ha sido el propósito de ETA y de Batasuna: sembrar la duda acerca de lo que se quedó en el mes de febrero. Porque les sirve para fomentar, como mínimo, la ilusión de que lo saben todo, es decir, de que pueden sobre la otra parte. También les sirve para seguir con su matraca de la autodeterminación -a la que se apuntan entusiastas la Errazti y el PNV a su manera- con entusiasmo recrudecido, sobre todo si juran en paralelo que ya fue acordada bajo el sobrenombre de derecho a decidir de los vascos. Nada, que el cacao está servido, y más después del miedo que nos metió Patxi López en el cuerpo cuando soltó: "Tendremos que hacer cosas que nos cuesten más que la reunión con Otegi". Aunque igual hablaba de volar. Que no es muy fácil ni para los somormujos. Pero como aseguraba mi enciclopedia aviar o aviaria, todo es cuestión de ponerlos en el aire. Pónselo. Póntelo.

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