India hace redadas a ciegas en busca de los autores de los atentados
El último balance es de 181 víctimas mortales
Cientos de detenidos en discrecionales redadas de madrugada en barrios musulmanes es lo único que puede ofrecer hasta ahora la policía de Bombay como resultado de sus investigaciones sobre los mortíferos atentados en serie del martes en los trenes de cercanías de la capital económica india. Las pesquisas se han complicado con los indicios de que el material explosivo utilizado no era de alta preparación y quizá llegado de Pakistán, sino de posible fabricación local. Junto a la pista paquistaní, subrayada por el propio primer ministro, Manmohan Singh, la policía investiga también una conexión en Bangladesh.
Recuperada de inmediato la normalidad formal, que convierte a Bombay en una ciudad extenuante, los ciudadanos empiezan a manifestar en público su frustración con la falta de resultados de las investigaciones y ante la incapacidad de que la policía hizo gala antes del atentado y sigue manifestando a los cuatro días de la matanza. El malestar se ve acentuado con falsas alarmas de bomba como las que a media tarde de ayer obligaron a cortar momentáneamente la circulación en la línea que el martes vio saltar por los aires vagones de siete trenes, con la pérdida de 181 vidas, según el último balance.
A la gran redada del jueves en una concentración de chabolas y miseria que sólo permitió retener para interrogatorios a una docena de estudiantes presuntamente vinculados con SIMI, una asociación islamista ilegalizada, siguió ayer otra, también con cientos de interrogados, que se saldó con otra decena mantenidos en comisaría. En la primera se retuvo a personas por la sospecha de que podrían haber brindado apoyo a los posibles militantes de Lashkar-e-Taiba, grupo radicado en Pakistán, que pusieron las bombas. Entre los detenidos de ayer había pequeños delincuentes sin aparente vinculación con el activismo político.
Son redadas a ciegas realizadas a la desesperada por la policía a la caza y captura de alguien que pueda brindar alguna pista sobre los autores de los atentados. "Dejen que los investigadores trabajen y entonces diremos si es Lashkar o SIMI u otro grupo los dos juntos", es lo más que pudo decir ayer el jefe de la brigada antiterrorista, K. P. Raghuvanshi.
Pista bangladeshí
La investigación en laboratorio permite descartar "casi con toda seguridad", según una fuente policial, que el explosivo utilizado el 11-J fuera RDX, un material de alta potencia propio de estructuras de poder regular. Ahora toma cuerpo la tesis de que las bombas fueron montadas a base de dinamita y nitrato amónico y que pudieron haber entrado en el país por la frontera oriental de Bangladesh. Al menos dos de los sospechosos cuya identidad se ha dado a conocer poseen esa nacionalidad.
La pista bangladeshí no ha hecho perder fuerza en Nueva Delhi a la conexión paquistaní, denunciada el viernes en duros términos por el primer ministro Singh, cuando dijo que los terroristas estaban "apoyados por elementos del otro lado de la frontera". Islamabad niega ser tolerante con el terrorismo. Por el momento, los ministros de Exteriores de India y Pakistán no se reunirán la próxima semana, como estaba previsto, para hablar de crear medidas de confianza en sus problemáticas relaciones.
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