El maestro y el clérigo

Mohamed Kamal llegaba de los primeros a la facultad a las siete y media de la mañana. Su hija mayor le dejaba cada lunes en la puerta antes de irse a la Facultad de Medicina, donde estudia 5º curso. El imán de Fuengirola leía los periódicos en la cafetería. A las nueve en punto empezaba su clase. "Si me retrasaba unos minutos, me llamaba para ver dónde estaba, eso no me había pasado antes con ningún alumno", explica entre risas el profesor Ángel Rodríguez. "Me ha enseñado mucho, es un hombre muy humilde y sabio", señala Mohamed. Durante seis meses y por orden de un juez, han sido los dos únicos asistentes en el seminario 14 de la Facultad de Derecho de Málaga.

Mohamed Kamal se convirtió en noticia en 2004 por escribir cinco años antes el libro La mujer en el islam. La obra incluye un párrafo que aconseja que los golpes que un hombre propine a una mujer "se han de administrar a unas partes concretas del cuerpo, como los pies o las manos, debiendo utilizar una vara (...) fina y ligera para que no deje cicatrices o hematomas". Fue condenado a 15 meses de cárcel por un delito de provocación y discriminación contra las mujeres. El Código Penal establece la posibilidad de la suspensión de la pena si no supera los dos años de cárcel y el condenado carece de antecedentes penales.

El imán cumplía los requisitos, pero pasó 21 días en prisión. El juez aludió a su "peligrosidad social". Por aquellos días, manifestó en varias ocasiones que está en contra del maltrato y que su obra se limitaba a hacer "una narración del libro sagrado", el Corán. Miles de seguidores y amigos se movilizaron para apoyar al líder espiritual y padre de familia. Entregaron 8.000 firmas para su indulto. También hubo voces en contra que lo calificaban de "monstruo".

La Audiencia de Barcelona dictó en diciembre de 2004 la libertad condicional para Mohamed. Le impuso un curso sobre derechos humanos y Constitución española que ha culminado "de forma excelente", según su maestro. "Entre otras cosas, he aprendido que nunca hice nada en contra de la Constitución, aunque no conociera todos los artículos", explica el imán.

Su profesor afirma contundente que "en absoluto" representa un peligro social. "Desde el punto de vista constitucional, es muy beligerante limitar la libertad de expresión, prohibir ideas por polémicas que sean", añade. Salió de prisión en diciembre de 2004, pero el curso empezó el pasado noviembre. Tardaron meses para conseguir un centro oficial, un aula, un horario específico y un buen docente.

El abogado de Mohamed contactó con Ángel Rodríguez, que también reside en Málaga. El profesor aceptó. "Me parecía un reto interesante, además de que cualquier esfuerzo es bueno para sacar a una persona de la cárcel", añade. Ángel visitó la mezquita de Fuengirola, donde encontró a un hombre "deseoso de agarrarse a cualquier alternativa, que se sentía tratado muy injustamente". Mohamed intenta no recordar esos días. "Respeto y acepto lo que ocurrió, pero olvido los años amargos", señala.

El manual que usaban cada lunes durante dos horas está escrito, entre otros, por el propio profesor y por el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, que es catedrático de Derecho Constitucional.

El profesor reconoce que también ha aprendido. "Ahora sé mucho más sobre el Islam". El imán asegura que ha ganado "un buen conocimiento de la Constitución y un amigo". El profesor es más prosaico. "Es un hombre muy cordial, tenemos cierta relación personal, yo suelo llevarme bien con mis ex alumnos". Respecto a la valoración del curso, Ángel pone una pega que todos vuelven a celebrar con risas. "Nos ha faltado apuntarnos a la tuna".