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Maragall enoja a Montilla al rechazar que las elecciones sean en día laborable

El nuevo candidato del PSC no quería los comicios en un día festivo, como el 1 de noviembre

Miquel Noguer

El enésimo choque entre Pasqual Maragall y su partido, el PSC, se consumó ayer con el anuncio formal por parte del presidente de la Generalitat de Catalunya de que las elecciones autonómicas serán el 1 de noviembre, miércoles y festividad de Todos los Santos. El nuevo candidato socialista, José Montilla, había pedido al presidente celebrar los comicios en un día laborable por considerar que ello favorecería la participación ciudadana, petición que Maragall desestimó. Enojado, pero ya sin margen de maniobra, el PSC terminó por acatar formalmente la decisión de Maragall. Sin embargo, desde el resto de los partidos, a Maragall le llovieron las críticas por las formas en que ha hecho la convocatoria.

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Maragall anunció formalmente la fecha del 1 de noviembre en el discurso que pronunció por la tarde en el Parlamento catalán. El presidente ratificó la fecha que el día antes ya habían anunciado fuentes del entorno presidencial pero que poco después las mismas fuentes pusieron en cuarentena al trascender las serias discrepancias que la elección de aquella fecha, conmemorativa del Día de los Todos los Santos, producía en el PSC.

El Partit dels Socialistes, y en especial su candidato, José Montilla, querían las elecciones en un día laborable. Aunque según Miquel Iceta, portavoz del partido, no se "presionó" a Maragall para lograrlo, sólo se le "sugirió".

Pero el presidente no aceptó. Sobretodo para evitar las quejas de la patronal por los costes laborales de celebrar elecciones en día laborable. Fuentes del departamento de Presidencia aseguraron que la decisión final de Maragall, de convocar las elecciones en un día festivo intersemanal, obedece a la voluntad de acceder, parcialmente, a la petición del PSC (no serán en domingo) y, al mismo tiempo, evitar molestias innecesarias a empresas y trabajadores.

Pero hubo otro factor que soliviantó a la dirección del Partit dels Socialistes: en la calle Nicaragua [sede del PSC] todos aseguran haberse enterado de la convocatoria de las elecciones a través del noticiario de Televisió de Catalunya, que lanzó la noticia la noche del miércoles, una información que media hora después fue rectificada por parte de la propia oficina de comunicación del presidente. Esta cautela de última hora llegó después de que dirigentes del PSC expresaran su malestar al departamento de Presidencia. "No es de recibo convocar elecciones en una jornada que para muchos es un día de recuerdo a sus difuntos; eso dará pie a todo tipo de bromas de mal gusto", se lamentaba un dirigente del PSC.

En cambio, desde el entorno de Maragall se asegura que Montilla conoció la noticia antes de la primera filtración pública. "Pero probablemente no se lo contó a nadie", aseguran estas fuentes.

Con todo, el partido del presidente optó por ponerle buena cara al mal tiempo y dejar para las conversaciones de los pasillos cualquier crítica a Maragall. De hecho, en rueda de prensa, Iceta recordó que la convocatoria de elecciones es una prerrogativa del jefe del Ejecutivo.

En cambio, Convergència i Unió y el PP, se rasgaron las vestiduras por el hecho que las elecciones no se celebren en domingo. Aunque el líder de CiU, Artur Mas, se felicitó por conocer ya la fecha electoral, éste acusó a Maragall de "romper la tradición democrática" de celebrar las elecciones en domingo. Para el líder de la federación nacionalista, la última decisión de Maragall como presidente se reduce a un "capricho", una "frivolidad". Mas aseguró que no convocarlas en domingo lesiona "el sentido de país". Para el popular Josep Piqué, la decisión de Maragall "no deja de ser un colofón digno de tres años bastante esperpénticos". ERC e ICV sostuvieron que están preparados para las elecciones, aunque no ocultaron sus reticencias por una fecha con tanta carga simbólica y religiosa.

Montilla, mientras, ya ha empezado a poner en marcha su campaña. Ha decidido prescindir de la plataforma maragallista Ciutadans pel Canvi, que en los dos últimos comicios autonómicos ha formado coalición con PSC y que cuenta con 11 diputados en el Parlamento. Montilla comunicará hoy esta decisión a los miembros de la plataforma, aunque a varios de ellos les propondrá integrarse a la lista del PSC como independientes. La prioridad de Montilla será reunir apoyos en una nueva plataforma liderada por el ex secretario general de Comisiones Obreras de Catalunya y ex diputado de ICV José Luis López Bulla.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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