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Iberia firma con los trabajadores de tierra un acuerdo similar al que garantiza el empleo a los pilotos

Manuel V. Gómez

Al acuerdo que Iberia y el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) firmaron el pasado miércoles, le siguió el que rubricaron ayer la compañía y los sindicatos CC OO y UGT, en representación del personal de tierra. Este compromiso consta de un único punto que garantiza a todos los empleados de la aerolínea que no habrá despidos hasta 2010 por la puesta en marcha de la filial de bajo coste Catair. Lo mismo que lograron los pilotos tras la huelga comenzada el pasado 10 de julio y que finalizó anteayer.

Las consecuencias de este paro se prolongarán a lo largo de toda la semana. Iberia canceló ayer, según sus datos, 168 vuelos, a los que hoy se añadirán 80, y otros 64 hasta el próximo día 16 de julio, cuando finalizaba la huelga. En todo caso, la compañía trataba ayer de reprogramar parte de los vuelos anulados, por lo que estas cifras son provisionales y podrían variar hasta el próximo domingo. La situación de los vuelos se puede consultar en la página web de la aerolínea www.iberia.com y en las agencias de viaje.

La compañía aérea ofrece cambios de fecha o de ruta a los pasajeros afectados por los vuelos cancelados, pero no pagará indemnizaciones, ni prevé costear los gastos de hoteles o comidas. Iberia se ampara en el reglamento europeo sobre las normas de compensación y asistencia a los pasajeros en caso de retraso o anulación de vuelos, que no prevé indemnizaciones en circunstancias extraordinarias.

Los ecos de la huelga aún podían escucharse ayer entre los aviadores. En declaraciones a Onda Cero, el responsable del SEPLA, Bernardo Obrador, reconoció que esperaban conseguir algo más con la convocatoria. Si bien, añadió, "la medida nos da tranquilidad durante cuatro años". Los pilotos no descartan nuevas convocatorias. "Confío en que no me vea obligado a convocar ninguna más, pero depende del talante de la compañía", afirmó.

Sobre la impopularidad de la huelga, Obrador comentó: "En cualquier huelga, lamentablemente siempre existe un daño colateral para los usuarios, pero nosotros tampoco salimos bien parados".

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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