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La oleada de violencia en Irak causa otros 64 muertos en diferentes atentados

Más de 200 personas han sido asesinadas en ataques sectarios en los últimos cinco días

Un día más, la violencia sectaria sembró Irak con decenas de cadáveres. Al menos 64 personas murieron ayer en una ola de atentados y ataques que ha matado a 200 personas en cinco días. El más grave se produjo fuera de la Zona Verde de Bagdad, un complejo fortificado donde se sitúan los edificios gubernamentales, cuando dos suicidas y una bomba colocada en la calle causaron 16 muertos. En otro ataque, 10 chiíes que viajaban en un minibús murieron acribillados. Un legislador chií reconoció que "el país se está deslizando rápidamente hacia la guerra civil".

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En un raro signo de consenso entre los divididos líderes políticos iraquíes, el mayor bloque suní -la minoría a la que pertenece Sadam Husein, que dominó el país durante décadas- anunció ayer que pondría fin al boicot del Parlamento, después de numerosas llamadas a la unidad del país, como la que hizo el lunes el primer ministro, el chií Nuri al Maliki.

La última ha sido la del clérigo radical chií Múqtada al Sáder, a cuyas milicias habían acusado del sangriento asesinato, el pasado domingo, de 40 suníes. Según Adnan al Dulaimi, líder del Frente del Acuerdo Nacional Iraquí, que aglutina a la mayoría de los partidos suníes, su grupo volverá hoy al Parlamento, que había boicoteado después de que una parlamentaria de su grupo, Taiseer al Mashhadani, fuera secuestrada junto a siete de sus guardaespaldas hace 11 días. Según Al Dulaimi, los raptores han puesto en libertad a dos de ellos, y le han asegurado que pronto liberarían a la legisladora.

Pese a estos aparentes signos de reconciliación, la jornada fue de nuevo sangrienta, como reconoció Ali al Adib, un experimentado legislador del partido Dawa, del primer ministro Al Maliki, que admitió que el país se está deslizando rápidamente hacia la guerra civil. En la Zona Verde de Bagdad, la explosión casi simultánea de los explosivos que llevaban dos suicidas ocultos en sus ropas y de una bomba colocada en la calle mató a 15 civiles y a un policía iraquí, según el Ejército de EE UU. Los atentados se produjeron por la mañana, en un área con numerosos restaurantes, y cerca del Parlamento, que ayer se reunía.

También en la capital, 10 chiíes que volvían de un entierro en un minibús fueron acribillados por pistoleros en el violento distrito de Al Dura. En el barrio de Mansur, hombres armados entraron en una empresa de construcción y mataron a ocho trabajadores. Otro grupo secuestró a un diplomático iraquí en su casa, en el barrio de Ammil. En otros ataques en las ciudades de Baquba, Al Sharqat, Tikrit y Kirkuk murieron al menos 31 personas.

Por otra parte, un grupo iraquí vinculado a Al Qaeda hizo público ayer un vídeo en una página de Internet, en el que se ven lo que parecen ser los cadáveres torturados y mutilados de dos soldados estadounidenses, capturados en un control cerca de Yusufiya, al sur de Bagdad, el pasado 16 de junio. Los cuerpos de Kristian Menchaca y Thomas Tucker fueron recuperados días después de su desaparición. El Consejo Muyahidín de la Shura liga en el vídeo el secuestro y muerte de los soldados con la violación y asesinato de una iraquí de 14 años y de tres miembros de su familia en Mahmudiya, por el que han sido acusados cuatro soldados de EE UU en activo y un ex militar.

Un miliciano vigila una mezquita suní en el barrio de Ghazaliya, en Bagdad.
Un miliciano vigila una mezquita suní en el barrio de Ghazaliya, en Bagdad.REUTERS

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