Un plan hacia el aprendizaje social de los ordenadores
¿Si los ordenadores pudiesen crear una sociedad por sí mismos, cómo sería? Ingenieros, sociólogos y lingüistas de cinco institutos de investigación europeos, expertos dedicados a investigar en inteligencia artificial, tal vez puedan ayudar a responder la pregunta en un estudio sobre el desarrollo de una sociedad de agentes de software generados aleatoriamente y que tal vez lleguen a crear su propia cultura y su propio lenguaje. Es un proyecto denominado New Ties, financiado por la Comisión Europea en el programa de Tecnologías Futuras y Emergentes (FET). La clave es la sociabilidad de los ordenadores.
"Así como el aprendizaje y el comportamiento evolutivo de los individuos (de las máquinas) han sido bastantes estudiados, el aprendizaje social sigue siendo una incógnita", explica Gusz Eiben, profesor de Inteligencia Artificial de la Universidad Vrije (Holanda) y coordinador del proyecto. El objetivo es estudiar procesos naturales, como el desarrollo del lenguaje, y avanzar en la construcción de una inteligencia artificial colectiva, informa Physorg.com. "Para los lingüistas y sociólogos, el objetivo es estudiar los procesos que existen en las sociedades y en el lenguaje. Por otra parte, los ingenieros informáticos quieren desarrollar y estudiar la colaboración entre máquinas, sin perder de vista las futuras aplicaciones en robótica", continúa Eiben.
La perspectiva de las aplicaciones donde esta sociabilidad de los ordenadores puede ser útil o incluso imprescindible es muy amplia. Desde robots domésticos que se organicen entre sí para cumplir diferentes tareas, hasta equipos de robots actuando en situaciones de emergencia o en la exploración de otros planetas donde la cooperación de las máquinas será esencial.
La propia experiencia
El sistema New Ties se instalará y probará primero en unos 60 ordenadores, pero estarán actuando unos mil agentes de software. En el futuro pueden ser millones, según dice Eiben, y cada agente tendrá una entidad única con características propias, de modo que se distinguirán unos de otros y serán reconocibles socialmente.Estos individuos informáticos evolucionarán y aprenderán de su propia experiencia.
"Una de las premisas del proyecto es que no cableamos agentes, ni programamos su comportamiento, sino que cada uno tiene su propio controlador, algo parecido a su cerebro", continúa Eiben. "Tenemos que crear un mundo virtual que presente retos. Por eso, en un caso hemos creado un mundo con estaciones en el que los agentes tendrán que aprender a encontrar, transportar y almacenar alimentos; en él habrá dos grupos rivales que tendrán que aprender a distinguir a los amigos de los enemigos".
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