Juicio en La Haya contra seis altos cargos serbios por crímenes en Kosovo
El ex presidente serbio Milan Milutinovic y otros cinco altos cargos civiles y militares son juzgados desde ayer por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) por crímenes de guerra perpetrados en Kosovo entre 1998 y 1999. Milutinovic -quien fuera sustituto del fallecido Slobodan Milosevic en la presidencia de Serbia- y los demás procesados son sospechosos de estar implicados en asesinatos, abusos sexuales, deportaciones y destrucción de lugares de culto de albano-kosovares. Según la acusación, con ello pretendían alterar el equilibrio étnico de Kosovo, de mayoría albanesa, para mantenerlo bajo control serbio. Al menos 800.000 personas huyeron a Macedonia, Montenegro y Albania en busca de refugio.
El inicio del proceso se produce cuatro meses después de la muerte por infarto de Milosevic, y la fiscalía espera poder determinar quién fue responsable de lo ocurrido en Kosovo. Los cargos en contra del sexteto son similares a los imputados al líder serbio, que convirtió la zona en el centro de sus aspiraciones para crear lo que el TPIY denomina la Gran Serbia.
Para evitar mayores retrasos y al existir conexión entre los delitos, el juicio se resumió en 2005 en una sola actuación. De ahí que junto a Milutinovic hayan comparecido también el antiguo viceprimer ministro, Nikola Sainovic; el ex jefe del Estado Mayor del Ejército, Dragoljub Ojdanic; los comandantes Nebojsa Pavkovic y Vladímir Lazarevic y el general de policía Sreten Lukic.
En su presentación, el fiscal del TPIY, Thomas Hannis, recordó que los convoyes de refugiados dominaban los noticiarios internacionales en 1998-1999 y su equipo "esperaba demostrar por qué escapaba la población albanesa". Milan Milutinovic, que fue presidente de Serbia entre 1997 y 2002, ha asegurado que carecía de poderes y las órdenes las daba Belgrado.
Opinión del fiscal
Milosevic dijo en su día que las tropas serbias "luchaban contra los terroristas albaneses". Para Hannis, en su calidad de miembro del Consejo de Defensa Yugoslavo, Milutinovic participó en la toma de decisiones políticas y militares sobre Kosovo. Fue además ministro de Exteriores de Yugoslavia durante las negociaciones y posterior acuerdo de paz de Dayton, que puso fin a la guerra de Bosnia en 1995.
Kosovo y Serbia han mantenido siempre una relación anómala marcada por las aspiraciones independentistas de la provincia y el hecho de que Belgrado la considere la cuna del Estado. Incorporada a la Federación Yugoslava, en 1974 era una provincia autónoma. Milosevic derogó ese estatuto en 1989. Desde 1999 es una provincia serbia administrada por Naciones Unidas en la que residen 1,8 millones de albaneses y 100.000 serbios. La comunidad internacional debe decidir en los próximos meses el estatuto definitivo de la provincia, que puede ser una independencia condicionada. El juicio iniciado ayer puede prolongarse al menos dos años.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.