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La supuesta agresión a un menor supuso el cese del contrato

La adjudicación de la seguridad del Renasco al grupo Serygur se efectuó en 2001, tras la promulgación de la Ley de Responsabilidad Penal del Menor, que elevó a 18 años la edad penal. Esa contratación supuso que la vigilancia del centro estuvo en manos de guardias de seguridad sin preparación y sin papeles. Una supuesta agresión a un menor supuso el cese del contrato entre Serygur y el Gobierno regional. Según la querella interpuesta entonces por el fiscal, la víctima y otro menor llegaron un día tarde al centro. Acabaron su permiso de fin de semana y, saltándose las normas, llegaron fuera del horario de cena.

Sin cenar, cada uno de ellos fue encerrado en su habitación. El marroquí, disgustado, comenzó a gritar y dar golpes en la puerta, lo que enfadó a los educadores.

El responsable que había en ese momento en el centro envió a un educador para que le tranquilizase. Como los gritos no cesaban, decidió ir él personalmente, junto con tres vigilantes. Al abrir la habitación, ordenó a sus compañeros que redujesen al menor. Fue entonces cuando los guardias le propinaron patadas y puñetazos en la cabeza y otras partes del cuerpo.

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