Los talibanes activaron una mina anticarro de cuatro kilos al paso de la patrulla española
El convoy militar circulaba en una zona llana y muy árida de Bakua, a 63 kilómetros de Farah. Regresaba a la base de Herat por una carretera bastante transitada que une las localidades de Farah con Delaram, en el oeste de Afganistán. Nueve vehículos Vamtac ocupados por 33 soldados españoles, acompañados de una unidad portuguesa, avanzaban separados unos 50 metros uno de otro. Simplemente una patrulla rutinaria, que se convertiría en el primer ataque mortal contra las tropas españolas en Afganistán.
Eran las 16.08 del sábado. En la parte delantera del vehículo que encabezaba el convoy viajaban un cabo primero y el conductor. Con medio cuerpo fuera del Vamtac, otro de los soldados, el tirador; y en la parte trasera, otros dos soldados.
Los cuatro militares afectados por la explosión y el cadáver de Jorge Arnaldo Hernández llegan hoy a España
Dos de los soldados heridos sufren quemaduras en las manos por intentar rescatar a su compañero muerto
El PP pide explicaciones "claras" y no descarta una reunión de la Diputación Permanente
El ministro de Defensa admite que Afganistán es "un país de riesgo", pero garantiza la continuidad de las tropas
Todos miembros de la Brigada Paracaidista con sede en Alcalá de Henares (Madrid), que habían llegado al país asiático en junio.
De pronto se oye una explosión y la parte trasera derecha del vehículo comienza a arder. El tirador sale despedido por la onda expansiva; uno de los soldados, Jorge Arnaldo Hernández Seminario -de origen peruano y nacionalidad española, casado, de 26 años- fallece; la explosión le afecta de lleno. El cabo primero José Antonio Murias Pillado -de 31 años, casado, con dos hijos y natural de Avilés (Asturias)- y el cabo Rubén Sánchez López -de 25 años, soltero y vecino de Getafe (Madrid)- intentan rescatar a su compañero. Sufren quemaduras en las manos.
Las heridas de los otros dos soldados son provocadas por la onda expansiva del artefacto. Se trata de Carlos Iván Macías Morán, de 21 años, soltero y de origen ecuatoriano; y Javier Rubio Bellot, de 22 años, tinerfeño del Puerto de la Cruz. No hubo cruce de disparos ni antes ni después de la explosión.
Los heridos permanecían hospitalizados en Herat y evolucionaban muy favorablemente. Hoy llegarán a España, junto con el cuerpo de su compañero, en un Hércules que el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, ordenó fletar de madrugada. El ministro ha aplazado la visita que iba a realizar mañana al contingente de 800 militares destacado en Istok, Kosovo.
Fue la de ayer una jornada de poner sobre la mesa las principales hipótesis de los ocurrido y reafirmar el compromiso de España de permanecer en Afganistán, donde los talibanes pueden comenzar a desplazarse al oeste, zona en la que se encuentran las tropas españolas, casi 700 soldados.
¿Qué produjo la explosión al paso del convoy? Según el ministro, la "hipótesis más probable" apunta a un atentado con una mina anticarro de unos cuatro kilos activada a distancia por insurgentes talibanes. Alonso no descartó, sin embargo, otras hipótesis, como que la mina hubiese sido colocada ad hoc o la explosión de un artefacto colocado aleatoriamente. Cuando haya avanzado la investigación detallará las conclusiones en una comparecencia en el Congreso.
La OTAN confirmó que el ataque fue provocado por la explosión de un artefacto activado a distancia, informa Efe. Alonso no avanzó, sin embargo, que se vaya a producir ningún refuerzo o se contemple medida especial alguna. "He hablado con el mando y les he pedido que extremen la seguridad", señaló. Tampoco habrá marcha atrás en el despliegue en Afganistán, pese a que "se trata un país de mucho riesgo". Y lo dejó claro con esta idea: "No podemos ni debemos retirarnos, vamos a continuar en las mismas condiciones e igual alcance". Negó que en absoluto hubiera algún punto en común con la presencia de soldados españoles en la guerra de Irak, aludiendo a que la misión en Afganistán es "bajo el amparo de la ONU". Además, añadió, se ha emprendido "con la autorización del Parlamento español y es una misión para ayudar a reconstruir la paz y la seguridad" en un país en el que imperan el terrorismo, el narcotráfico y los grupos armados.
El ministro, que el sábado transmitió a la viuda del fallecido sus condolencias, calificó de "presencia indispensable" la aportación de soldados españoles a la misión de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) bajo mando de la OTAN, sobre todo ahora que las tropas occidentales van a presionar en el sur a los talibanes, que podrían entonces desplazarse al oeste, donde está desplegado el contingente español. En el sur del país comienzan ya a intensificarse los combates. Ayer un soldado canadiense y 10 insurgentes murieron en un enfrentamiento en Kandahar, informa Europa Press.
Respecto al vehículo en el que viajaban los militares, el Vamtac (Vehículo de Alta Movilidad Táctica), Alonso señaló que es el mejor para misiones de esta naturaleza y destacó que está equipado con inhibidores contra artefactos activados a distancia. No hay fecha para el funeral del fallecido. Se celebrará en la base de Alcalá de Henares "en cuanto sea posible".
El del sábado es el segundo ataque que sufren las tropas españolas después de que, en abril, una patrulla de la Legión tuviera que repeler una ofensiva de fusilería a 50 kilómetros al sur de Herat. Un total de 80 militares españoles desplegados en Afganistán han fallecido desde que en 2002 España se incorporó a la coalición internacional, 79 de ellos en dos accidentes aéreos, el del Yak, en mayo de 2003, y el de un Cougar, en agosto del año pasado, siniestro en el que murieron 17 militares.
El incidente del sábado ha provocado una cascada de reacciones políticas. Soraya Sáenz de Santamaría, del PP, pidió ayer al Ejecutivo explicaciones "claras" y que diga en el Parlamento si se "han endurecido" los riesgos del contingente español en Afganistán. De lo contrario, aseguró, su partido solicitará una reunión de la Comisión Permanente del Congreso para que acuda ante ella el titular de Defensa. ERC replicó con una llamada a los partidos para que no hagan "el hipócrita" exigiendo explicaciones porque de todos es conocido el riesgo de esta misión. El PSOE admitió que las tropas en el país árabe se enfrentan a "riesgos ciertos y evidentes".
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