_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Ciencia y burocracia

Soy profesor de sociología en una universidad británica y en marzo solicité una beca Ramón y Cajal tras vivir 15 años en EE UU y el Reino Unido. Estas becas para atraer a investigadores en el extranjero están bien pensadas, pero mal implementadas. Por ejemplo, se requiere que las solicitudes en el extranjero se entreguen en el consulado español de cada país. En la era de la revolución de las comunicaciones, al Ministerio sigue pareciéndole pertinente que los candidatos pasen por ventanilla, aunque tengan que trasladarse desde lejos para hacerlo (el "sello" todavía ejerce una mística especial entre los burócratas españoles). Peor aún, las listas de candidatos admitidos deberían haberse publicado en junio, pero no ha sido así. Tras pedir explicaciones, parece que se publicarán en julio, abriéndose un plazo (¿en agosto?, ¿quién nos atenderá?) para que los candidatos contacten a las instituciones contratantes (las listas con sus nombres deberían haberse publicado en mayo, pero seguimos esperando). Mientras, el BOE ha informado que la concesión final de las ayudas podría demorarse seis meses.

A alguien podrían parecerle pegas y retrasos sin importancia, pero para quienes vivimos en países donde los requisitos son mínimos, pero suficientes, y los plazos se cumplen a rajatabla, la demora es inadmisible, porque imposibilita una planificación rigurosa. A mí me ha costado la beca y mi posible vuelta a España, pues hace una semana recibí una oferta de trabajo de otra institución británica que, ante tantas incertidumbres, no me atrevo a rechazar. Todo esto contrasta con la facilidad con que fui contratado por una universidad británica hace cinco años cuando todavía vivía en EE UU (aun siendo ciudadano español). Sólo tuve que enviar mi currículo y, tras quedar finalista, asistir a una entrevista costeada por la universidad (lo prometo, me pagaron el viaje de ida y vuelta de Chicago a Londres, alojamiento y dietas y, tras ofrecerme la plaza, la mudanza).

No es que las universidades españolas no me atraigan, pero para solicitar plaza primero tengo que pasar una acreditación (llevo semanas preparando el dossier, ya mide 30 centímetros), más una habilitación (dicen que a lo mejor las unifican, mejor esperar), antes de pasar el correspondiente concurso de méritos u oposición (¡ojo: si te habilitas en una agencia autonómica sólo puedes solicitar plaza allí!). Dicen que esto evita corruptelas y amiguismos. Yo creo que sólo los legitima. Lo que es cierto es que ha contribuido poco a mejorar el nivel académico e investigador en España.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_