Desarticulada una banda que robó en más de 200 chalés y caseríos de Vizcaya y Guipúzcoa

La Ertzaintza considera desmantelada una banda organizada asentada en Bilbao, a la que acusa de perpetrar más de 200 robos desde el otoño de 2005, en su mayoría en viviendas unifamiliares de Vizcaya, aunque también pudo actuar en Guipúzcoa, Navarra, Cantabria y Asturias. La policía vasca ha detenido a 15 personas, doce de los cuales han ingresado en prisión. Otros integrantes han conseguido darse a la fuga. A diferencia de otras bandas que han causado gran alarma social por su violencia, los miembros de esta organización asaltaban las viviendas tras cerciorarse de que no había ocupantes.

Las 15 detenciones se han practicado desde el pasado 28 de junio en la capital vizcaína, tras una investigación policial que comenzó a finales del pasado mes de marzo, a raíz del arresto de seis delincuentes que asaltaron dos viviendas de Barrika y Leioa, según informó ayer el Departamento de Interior. La detención de estos individuos, todos ellos de origen argelino y con amplios historiales delictivos a sus espaldas, dirigió las pesquisas hacia un grupo de personas cuyo centro de operaciones estaba localizado en la zona de Bilbao La Vieja. La Ertzaintza descubrió la existencia en este barrio de un grupo de argelinos originarios de Orán que estaban organizados jerárquicamente en varios subgrupos e incluían a personas de origen marroquí y español. Éstos, según Interior, actuaban como colaboradores fijos en la comisión de los delitos o en la recepción de los objetos robados.

El perfil de los detenidos coincide con la descripción que algunos testigos han aportado a la Ertzaintza de los presuntos autores de los robos registrados en zonas rurales de Vizcaya. En las denuncias, que han experimentado un notable incremento desde el otoño del año pasado, la policía comprobó que se daban muchas coincidencias. Así, se repetían el modo de operar, la tipología de las viviendas atracadas y del botín, y las características físicas de los asaltantes sorprendidos por algunos testigos.

La banda de delincuentes, descritos como varones de origen magrebí, elegían preferentemente caseríos, chalés o adosados ubicados en zonas rurales y, fundamentemente, en entornos aislados de los núcleos de población. Cometían los robos de la misma forma: tres o más hombres inspeccionaban la zona en vehículos de alquiler de gama media-alta a partir del atardecer.

Joyas, dinero y aparatos

Tras asegurarse de que los propietarios no se encontraban en el interior de la casa, dos de los individuos descendían del vehículo y entraban en la vivienda forzando una ventana o la puerta del jardín. Ya dentro, buscaban principalmente joyas y dinero en metálico, aunque no despreciaban aparatos electrónicos, como ordenadores portátiles, televisores de plasma o videoconsolas, así como perfumes y prendas de vestir de lujo.

Con estos datos, la Ertzaintza comenzó a seguir la pista de los ladrones, cuyo radio de acción estaba centrado en Vizcaya, aunque también se desplegó en localidades de Guipúzcoa, y en menor medida en Navarra, Cantabria y Asturias, según ha podido confirmar la Ertzaintza tras intercambiar información y colaborar con la Guardia Civil de Cantabria.

Las averiguaciones policiales apuntan a que este grupo de delincuentes habría comenzado a organizar sus actividades delictivas en 1999. En sus inicios, cometiendo pequeños hurtos de carteras o bolsos al descuido, y más tarde en vehículos y viviendas. A esta red se le atribuye haber introducido en sus robos el método del resbalón, consistente en usar plásticos para forzar las puertas de las viviendas cerradas únicamente con golpete, según Interior.

La investigación ha culminado con la detención, los días 28 y 29 de junio pasado, de 15 integrandes de la banda. La operación continúa abierta y la Ertzaintza sorpecha que varios miembros de la misma han huido del país. El juez ha decretado el ingreso en la cárcel de 12 de sus componentes.