El juez vincula el 11-M con la guerra de Irak
El juez Juan del Olmo concluyó ayer la investigación de los atentados contra los trenes de cercanías de Madrid del 11 de marzo de 2004 y ratificó los procesamientos de 29 de los 116 imputados que figuran en el sumario. Del Olmo ha desestimado todos los recursos presentados por las partes -incluido el de la fiscal Olga Sánchez que pretendía procesar como autor material de los atentados al sirio Basel Ghalyoun- y ha confirmado que el ataque a los trenes fue consecuencia de la participación española en la guerra de Irak.
El magistrado ha elevado la causa -93.000 folios repartidos en 237 tomos del sumario y 30 piezas separadas- a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional para que continúe su tramitación. El juicio, según previsiones de la propia Sala Penal, podría comenzar el próximo mes de enero en la sala de vistas que el organismo tiene en la Casa de Campo de Madrid.
El juez señala que la investigación no ha podido determinar cuántas personas trasladaron y colocaron los artefactos
El juicio podría comenzar en enero del próximo año en la sala de vistas de la Audiencia Nacional en la Casa de Campo
El magistrado Del Olmo ratifica los procesamientos de 29 de los 116 imputados que figuran en el sumario
El magistrado notificó ayer el auto -de 196 folios- por el que confirma los procesamientos de 29 de los imputados. Del Olmo dedica parte de esos folios a justificar los aspectos de la investigación que a su juicio quedan por aclarar y a explicar por qué en el auto de procesamiento -de 1.471 folios- no hizo un relato de hechos.
Así, señala que "la propia investigación no ha conseguido (y así debe ser expuesto, por cuanto se han intentado todos los resortes fiables y verificables para ello) una respuesta a cuestiones tales como el número exacto de personas que intervinieron en el traslado y colocación de los artefactos explosivos en los trenes de la línea férrea Alcalá de Henares-Madrid, la específica forma de su distribución en todos los casos (las menciones son parciales, en ocasiones refiriéndose al exterior de las estaciones con vagas descripciones de los supuestos partícipes e identificaciones fotográficas dudosas), los concretos medios de transporte utilizados para el traslado de los autores materiales y de los artefactos explosivos hasta las estaciones de tren (sólo se ha podido fijar la furgoneta Renault Kangoo en la estación de Alcalá de Henares), etc...".
No obstante, el magistrado precisa que eso no quiere decir que para los procesados no existan indicios racionales de criminalidad que les sitúen en el presunto entramado delictivo que dio lugar a los atentados del 11-M y de la voladura del piso de la calle Carmen Martín Gaite de Leganés, donde además del suicidio de siete de los autores materiales, falleció el geo Francisco Javier Torronteras.
También precisa que el terrorismo islamista constituye "una realidad de organización criminal terrorista más flexible, con parámetros de actuación diferenciados a los que hasta ahora constituían el análisis cotidiano por los tribunales españoles de organizaciones terroristas (ETA o GRAPO)". El juez no menciona expresamente a Al Qaeda en ese apartado, aunque sí en el relato de hechos, al referirse al entramado yihadista en Europa que "está relacionado con la red Al Qaeda y perteneciente o vinculado al Grupo Islámico Combatiente Marroquí".
El juez se justifica señalando que "el auto de procesamiento no recogió el presunto 'relato de hechos' (exposición descriptiva de lo supuestamente sucedido, atendiendo a los indicios recopilados), ante el fallecimiento de siete de los presuntos autores materiales, la huida de varios presuntos implicados (tampoco procesados, al no poder haber sido previamente imputados), y la negativa a exponer una supuesta realidad por parte de quién es procesado como autor material o partícipe en los atentados terroristas, pero que no aporta información alguna".
Del Olmo, sin embargo, en esta ocasión realiza un relato de hechos de 33 páginas, cuyo extracto se incluye en la página siguiente.
Jamal Zougham - Procesado como autor material y preso
Jamal Zougham regentaba la tienda de Lavapiés en la que se compraron las tarjetas que se introdujeron en los teléfonos móviles que activaron las bombas del 11-M. En la investigación judicial, se le sitúa en la órbita del grupo de islamistas radicales que dirigía Sarhane Ben Albelmajid, El Tunecino, y que, según un testigo protegido, recibían adoctrinamiento para cometer un atentado. Jamal Zougam está preso y procesado como autor material.
Allekema Lamari - Atentó tras quedar libre por un error judicial
El argelino Allekema Lamari fue detenido en 1997 en relación con un comando terrorista islamista que la policía desarticuló en Valencia. Quedó en libertad antes de lo previsto por un error judicial en el cómputo de los plazos de la prisión preventiva. En los últimos meses de 2003 estableció los primeros contactos con los islamistas que perpetraron, un año después, el mayor atentado en la historia de España. Lamari se suicidó en Leganés.
El Chino - De la cárcel de Tetuán a la célula terrorista
Jamal Ahmidan, El Chino, era un delincuente común que se dedicaba al tráfico de drogas y que radicalizó su postura tras pasar por la cárcel de Tetuán. En agosto de 2003, contactó con los miembros del grupo radical que acabó perpetrando el 11-M. Se encargó de conseguir los explosivos necesarios para la matanza de los trenes al contactar con Rafá Zouhier, quien conocía al ex minero asturiano que podía robar la Goma 2. El Chino se suicidó en Leganés.
El Tunecino - Líder del grupo de islamistas radicales
Sarhane Ben Albelmajid, El Tunecino, se encargó desde 2002 del reclutamiento de islamistas radicales dispuestos a atentar. La policía le vigiló durante varios años sin llegar a descubrir sus planes. El 3 de abril, junto a otros seis terroristas que habían participado en el atentado de los trenes, se suicidó en Leganés. La investigación le atribuye la autoría de uno de los comunicados reivindicativos del atentado enviado a un medio de comunicación.
Abdelmajid Bouchar - Huyó de Leganés antes del suicidio
Abdelmajid Bouchar, conocido como El Gamo, es el islamista que se percató de la presencia policial el 3 de abril de 2004 en el portal del piso de la calle de Carmen Martín Gaite de Leganés y avisó a gritos a sus compañeros, que posteriormente, al sentirse rodeados, se suicidaron. Bouchar, corredor aficionado de medio fondo, se escapó corriendo de la policía y huyó de España. Capturado en Belgrado, Del Olmo le considera autor material de los atentados.
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