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DESDE MI SILLÓN | TOUR 2006 Sexta etapa
Columna
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Hubo un día hace no mucho en el que me hice a la idea de que las tardes de julio me las pasaría delante de la pantalla -primero, de la del televisor; luego, de la del ordenador-. Inicialmente no era mi idea. Mi idea era estar en Francia esta semana evitando las caídas y haciendo lo que se pudiese y escribir luego estas líneas apresuradamente en los huecos que encontrase entre el final de etapa, el masaje y la cena. Pero no; me tocó dejar la estrechez del sillín y buscar el mullido del sillón. Cambió la comodidad, es cierto, y también el punto de vista.

Ayer, viendo el tercer sprint triunfal de McEwen, estaba impaciente por volver a cambiar ese punto de vista, ahora por otro bien diferente. En la toma frontal se vio el trabajo perfecto de su lanzador, pero para apreciarlo en toda su grandeza hacía falta la toma cenital, la del helicóptero. ¡Precioso! Muy parecido a lo de Óscar Freire 24 horas antes, sólo que ayer lo de Steegmans fue en sacrificio de su líder y lo del cántabro fue para sí mismo.

Más información
El lanzador no se equivocó

Y lo mejor del día ha llegado más tarde. Me he ido a la página oficial del Tour en el océano de Internet buscando información de la contrarreloj de hoy y allí me he encontrado con una sorpresa que decía: tour en google earth. Por supuesto -curiosidad- allí he pinchado y me he encontrado esta vez con un nuevo y sorprendente punto de vista.

A los que no conozcan este programa les diré que, en síntesis, es algo así como una gran foto de satélite de toda la superficie terrestre. Te puedes situar encima de cualquier lugar y hacer zoom sobre ese punto. Según la resolución de la zona en cuestión, puedes ver detalles realmente sorprendentes.

Así pude ver cómo hace dos días los corredores pasaban en el último kilómetro pegando al hipódromo de Caen. Viendo en los sprints como van de desbocados, no habría sido mala idea haberles metido allí directamente. También he visto una imagen de la meta de ayer desoladora, sin gente ni coches, en mitad de una carretera que atravesaba una zona industrial. Nada que ver con lo que parecía en la tele. He visto las largas rectas que atravesarán el martes en la etapa de las Landas. Largas en el ordenador, así que cómo serán en bici. He visto el Izoard en medio de la nieve, donde sólo aparecen posibles pistas de esquí, no carreteras. Y, lo mejor de todo, he visto con todo detalle los Campos Elíseos. Un poco más y se ven las palomas. Yo he visto gracias a la tecnología el final del viaje. A ellos, pobrecillos, aún les quedan más de dos semanas.

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