Luis Bisbe convierte las aguas residuales del CASM en una fuente multicolor

Alterar la percepción de la realidad convirtiendo los desechos de nuestra sociedad en algo bello es el objetivo de la instalación del malagueño Luis Bisbe Joint us, una de las seis propuestas expositivas del Centro de Arte Santa Mónica (CASM) para este verano. La obra consiste en una fuente multicolor, encerrada en un globo de plástico hinchable e instalada en el claustro del centro, que funciona gracias a una nueva canalización de las aguas residuales del edificio. "Las obras de Bisbe trabajan con el espacio y las reglas que lo rigen. En este caso, el artista convierte algo desagradable en un espectáculo hermoso, festivo y coral, que invita al espectador a reflexionar sobre los temas de la transformación y el reciclaje y a confrontarse con su realidad desde el prisma más oculto de su ser", explicó Frederic Montornés, comisario de la exposición.

También se enfrenta a la realidad, pero desde una vertiente mucho más misteriosa e inquietante, Fantasmal, la propuesta del artista danés Joachim Koester, que consiste en siete series de fotografías. "Existe un modo de ver que no precisa de ojos: emerge en el estado entre sueño y vigilia o bien en las visiones emanadas del trance, que surgen en la superficie brumosa de un espejo negro", indica Koester, quien, como un explorador del pasado, rescata del olvido aventuras fracasadas, sociedades utópicas y personajes estrafalarios y fascinantes, vinculados a la historia del ocultismo y las sociedades mágicas.

Es el caso de John Dee, protagonista de su obra más reciente, un científico, astrólogo y propietario de la mayor colección de libros de Inglaterra que con la ayuda del nigromante Edward Kelley captó imágenes y mensajes del ultramundo a través de un espejo negro y las reunió en un libro titulado Obras de Enoc. Otra serie de imágenes están inspiradas en el viaje de Jonathan Harker a través de Transilvania, descrito por Bram Stoker en Drácula, y en el ocultista Alistair Crowley, símbolo del auge de las creencias esotéricas en el ámbito de la contracultura de los años sesenta, cuyo retrato está incluido en la portada del álbum Sergeant Pepper de los Beatles, que según la leyenda está vinculada al supuesto pacto con el diablo firmado por John Lennon.

El hueco de la escalera del centro acoge Vértigo, una instalación sonora de Alejandra Salinas y Aaron Bergman que crea una situación de suspense mediante un trampolín colocado sobre el abismo de los cuatro pisos del antiguo convento del siglo XVII, sede del CASM, desde el cual el sonido se precipita hasta estamparse en el suelo.

Los visitantes podrán recoger el segundo póster gratuito producido por el centro: un dibujo estenográfico que se oculta detrás de un itinerario señalado por más de 500 números y que ha sido realizado por la artista ciberfeminista Cristina Buendía. Sólo quien tenga la paciencia de dibujar el recorrido llegará a descubrir la imagen, que aborda el problema del acoso escolar. "Mientras que Bisbe hace visible lo invisible a través de la belleza de una escultura, Buendía utiliza un juego popular para enfrentarse a uno de los temas ocultos de los que nadie quiere hablar", señaló Montornés.

Las exposiciones, abiertas hasta el 24 de septiembre, se completan con las dos propuestas del Espacio Consulta: Sensorama, una selección de arte político realizada por el colectivo El Perro, y el Arxiu Aire, un archivo fotográfico, fundado en 1992 por Joan Casellas y Xavier Moreno, que reúne experiencias de accionismo y poesía performativa en toda España. También se presentan las obras de los ocho ganadores de las dos últimas ediciones de las becas de la Fundación Guasch Coranty, presidida por Teresa Blanch, decana de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona.