Duelo de conocimiento

Quien haya leído algún libro del escritor argentino Guillermo Martínez (1962) sabe de su sentido de la nitidez expresiva y el dibujo riguroso de sus caracteres psicológicos. Ello ocurría en La mujer del maestro y en el más reciente Los crímenes de Oxford. La novela que ahora reseñamos tiene el perfil de los retratos humanos que admirábamos en los grandes autores decimonónicos. Acerca de Roderer es una novela de nuestros días que trabaja con materiales como sacados de otro tiempo, sin que por ello nos deje nunca la sensación incómoda de lo anacrónico. Gustavo Roderer es un joven estudiante que decide no terminar el bachillerato. Su amigo y compañero de colegio, el narrador que esto nos explica, continúa estudiando hasta lograr una beca para estudiar matemáticas en Oxford. El asunto central de la novela de Martínez es una curiosidad casi enfermiza, un anhelo de saber. Tal vez debamos decir, un conocimiento último. A Roderer lo consume, como si se tratara de un personaje de Balzac, esa fiebre de absoluto. Pero a su vez, esta historia esconde otra más profunda, la lucha entre el conocimiento de lo vulgar, lo cotidiano, la plebeya inmediatez y la intuición de un mundo inaprensible, trascendental.

En Acerca de Roderer se

da cita la historia argentina contemporánea. El narrador y Roderer viven en un pueblo remoto del sur argentino. El narrador debe participar en la guerra de las Malvinas. No escapan de este cuadro flecos de la rutinaria realidad: una madre que se preocupa por sus hijos, otra que no entiende la locura progresiva de Roderer, una chica que se enamora de un Roderer altivo y orgulloso de su secreta enfermedad del espíritu. Sólo la inteligencia en la construcción de la trama y el fino instinto narrativo del autor salva que esta historia no haya acabado en un manual de citas filosóficas, teorías matemáticas (Martínez es matemático), sin más gobierno que la pedantería. El autor argentino nos cuenta una historia moral. Pero también el proceso de un desvarío fáustico. Esta novela se publicó ya hace unos años y pasó prácticamente inadvertida. Guillermo Martínez, como Pablo de Santis, forma parte de una corriente de la narrativa argentina que no nos convendría ignorar.