Sólo una minoría de los mexicanos en España ejerce el derecho al voto

España es el segundo país con más mexicanos registrados para votar en los comicios presidenciales, detrás de Estados Unidos. En España viven 14.000 mexicanos, según datos de la Embajada, y apenas 1.238 han podido emitir un sufragio por correo, según información del Instituto Federal Electoral (IFE). A 30 de junio, se había recibido el 91% de los votos emitidos en España, mientras que la media mundial era del 78%.

La baja participación de los mexicanos en España se explica, en parte, por la nula difusión gubernamental, a pesar de que el IFE tenía un acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores para promover el voto desde las embajadas. La promoción se ha limitado a un par de ruedas de prensa con Javier Aguirre (técnico del Atlético de Madrid) y con Rafael Márquez (futbolista del Barcelona) y a colocar chiringuitos en la embajada y en los consulados para que los visitantes recogieran, si querían, trípticos informativos.

Para coordinar y promocionar el voto en el extranjero, el IFE tuvo un presupuesto de 121 millones de pesos (8,5 millones de euros) durante 2005. Cada uno de los 40.854 votos que se han emitido desde el extranjero ha costado 205 euros. "Creo que es una inversión en la democracia, comenzamos un padrón desde cero y es la primera experiencia de este tipo, por lo que no creo que sea conveniente medir el coste de cada voto", afirma Patricio Ballados, coordinador del voto de los mexicanos residentes en el extranjero.

Aunque el IFE ha recibido votos de 80 países, el éxito de la primera votación de los mexicanos en el extranjero es dudoso. Sólo en EE UU hay cuatro millones de mexicanos con credencial para votar -requisito indispensable para sufragar-, según datos del Colegio de la Frontera Norte, y apenas un 0,9% (35.746 personas) se registró para votar.

Ocho euros para sufragar

Aunque en la página web del IFE aseguran que el voto es gratis, los mexicanos registrados en España tuvieron que pagar unos ocho euros para enviar la solicitud, mediante correo certificado, para poder ejercer este derecho ciudadano. "Hasta principios de 2006 alcanzamos un acuerdo con el correo español para costear el porte del voto y la fecha límite para inscribirse era el 15 de enero", se disculpa Ballados.

Algunos, sin embargo, tuvieron que pagar más. Ése es el caso de Fernando Gómez y su esposa, que enviaron en tres ocasiones sus papeles para registrarse -en el proceso invirtieron unos 22 euros-. A pesar del gasto no podrán votar, pues la burocracia mexicana ha devuelto la solicitud en dos ocasiones y la última, del 30 de mayo, todavía no ha obtenido respuesta. "Me hacía mucha ilusión votar desde el extranjero, por primera vez", explica Gómez por teléfono, "siempre he votado en México y ahora, por primera vez, no podrá ser".