El PNV afirma que el PP debe estar en el proceso pese a sus reticencias

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, defendió ayer la importancia de lograr un "pacto compartido entre las diferentes sensibilidades" políticas en Euskadi para el "ejercicio de la libre decisión y del respeto a la voluntad de los vascos". Algo que ya han expresado en los últimos meses tanto los peneuvistas como el lehendakari, Juan José Ibarretxe.

"Hay que alcanzar un pacto para el ejercicio de la libre decisión entre todas las sensibilidades"

El presidente de la fuerza mayoritaria en el País Vasco, se ha juramentado, en su fuero interno, para convencer al PP de que no puede cometer el "error" de 1978, cuando su "matriz, Alianza Popular", votó en contra del Estatuto de Gernika y ahora, anualmente, "celebran su aprobación" y lo defienden a capa y espada como ley inmutable. "Puedo entender las reticencias del PP, pero tiene que estar", dijo.

El PNV, con su presidente a la cabeza, va a poner toda la carne en el asador para intentar que los populares se sumen "más pronto que tarde", según fuentes nacionalistas, al proceso abierto para hacer irreversible el alto el fuego permanente de ETA y acabar definitivamente, como pretende el presidente Zapatero, con el terrorismo. Con todo, Imaz, que ya mantuvo una reunión al máximo nivel con el líder del PP, Mariano Rajoy, celebrada entre finales de febrero y la primera semana de marzo pasado, quiere entender la postura del PP.

La interpretación que maneja Imaz de la negativa rotunda de los populares a este nuevo ensayo para acabar con el terrorismo, al margen de las motivaciones partidistas, es el hecho incuestionable de que el PP ha recibido el "zarpazo" del terrorismo casi como nadie, lo que ha afectado de manera clave a alguna de sus líderes en Euskadi. El análisis de Imaz es que conforme se "vaya asentando definitivamente" en la sociedad vasca la paz, si el proceso abierto el 22 de marzo pasado no se malogra, el PP se verá obligado a reconducir su estrategia, también en Euskadi. Incluso por mero análisis electoral, apuntan fuentes de la dirección peneuvista.

Imaz avanzó ayer que su partido se va a implicar en esta nueva etapa con responsabilidad, flexibilidad, convicciones claras, talento negociador, diplomacia y humildad, según confesó en rueda de prensa en Sabin Etxea, sede central peneuvista en Bilbao. Pero también reiteró algo que se ha convertido dentro del PNV en un lema cuasi sagrado: que "el respeto a lo que las vascas y los vascos decidan es incompatible con la vigilancia o el condicionamiento que pretenda ejercer" ETA. Por eso reiteró Imaz la necesidad de "separar el final de la violencia y el del contencioso político", porque éste no explica la persistencia de la violencia. Y decir lo contrario, subrayó, es dar carta de naturaleza política a ETA.

Imaz se acercó al discurso que hizo la víspera de Zapatero al señalar que el nuevo pacto en Euskadi debe aceptar las reglas de la democracia, pero también al de Batasuna al subrayar que los marcos se pueden cambiar para permitir que cualquier proyecto pueda ser defendido y llevado a la práctica. La única condición es que sea por "por vías democráticas".