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Reportaje:

Abogadas sin derecho a ser madres

Una joven letrada de Jaén impulsa una plataforma para reivindicar los permisos de maternidad y acabar con la discriminación

Ginés Donaire

"Dios es el culpable, porque, por suerte o por desgracia, él decidió que las mujeres dierais a luz". Esta sentencia de un miembro de la Mutualidad de la Abogacía fue la gota que colmó la paciencia de Mari Carmen Sánchez Gallardo, una abogada jiennense de 28 años que opta a una vocalía de la junta de gobierno de dicha mutualidad con el fin de reivindicar algo tan básico como el permiso de maternidad para las mutualistas. Mari Carmen no salió elegida en las elecciones celebradas la semana pasada en Madrid, pero el amplio respaldo obtenido (fue la sexta más votada) la ha animado a promover una plataforma estatal de mujeres letradas para intentar desterrar viejos anacronismos existentes en el mundo de la abogacía.

Son ya varios los casos de madres letradas que se han visto obligadas a amamantar a su bebé en la sala de vistas sin que tal hecho sea causa de suspensión del juicio. A Mari Carmen Sánchez, madre de una niña de dos años, aún no se le ha planteado ese conflicto por la ayuda que recibe de su familia. Pero sí que ha tenido que atender en no pocas veces a clientes en su despacho entre el alboroto de su hija. "Sólo estuve un mes de baja porque no podía permitirme estar más tiempo sin ingresos", indica la abogada jiennense, una de los 40.000 que en Andalucía están integrados en la Mutualidad de la Abogacía, un sistema considerado como alternativo al Régimen de Autónomos y que excluye coberturas sociales tan básicas como el permiso de maternidad o la incapacidad temporal remunerada.

Mari Carmen, que lleva tres años y medio en el ejercicio de la abogacía, lamenta que se ignoren las demandas de las letradas que acaban de tener un bebé y piden la suspensión de un procedimiento. "La única alternativa es recurrir a la colaboración de un compañero para suplir la asistencia, pero con el consiguiente desembolso y perjuicio económico que ser madre conlleva", explica. A su juicio, parte de la culpa de esta situación la tienen las propias mujeres abogadas -que representan casi la mitad de los mutualistas en toda España- por no haberse "movilizado lo suficiente".

Mari Carmen Sánchez asegura haber "roto moldes" en un "coto tan cerrado" como el de la Mutualidad de la Abogacía, que, según opina, "tiene que ser el reflejo de la sociedad actual y no como en la actualidad, compuesta por una veintena de hombres y una sola mujer

[una abogada de Sevilla], con una media de edad que supera los 50 años y todos con un porvenir social y económico resuelto en los albores de la jubilación".

La plataforma que ella misma ha impulsado ha creado su propia página web (mutuajusta.galeon.com) donde reivindica coberturas sociales mínimas, como la baja maternal nunca inferior a las 16 semanas, una asistencia sanitaria completa, el derecho al salario mínimo interprofesional o una revisión de las pensiones de jubilación. "En caso contrario", subraya la letrada, "la Mutualidad debería de abandonar su carácter alternativo al régimen de autónomos y pasar a ser complementario, como cualquier otro plan de pensiones, para así no volcar toda la indigencia social a todo un colectivo, ya que nos avoca a ello al tener que inscribirnos en la Mutualidad por las necesidades económicas iniciales de cualquier profesión, algo que acaba prolongándose en el tiempo indefinidamente". Mari Carmen paga una cuota mensual como mutualista de 150 euros, pero las más veteranas llegan a abonar hasta 575 euros.

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Mari Carmen valora la Ley de Igualdad aprobada recientemente por el Gobierno, pero reivindica que se extienda a otros ámbitos la exigencia de una presencia de, al menos, un 40% de mujeres en los consejos de administración.

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