Querétaro, con la cruz y el dólar

A menos de tres horas al norte del trepidante y contaminado Distrito Federal existe una ciudad hermosa y limpia, que se despereza con las campanadas de las iglesias. Envuelta en aires provincianos, Querétaro es, sin embargo, una de las poblaciones con mayor dinamismo económico de México. En esta joya colonial, capital del Estado del mismo nombre, conviven los conventos con los parques industriales. Los rosarios vespertinos con las videoconferencias. Las rogativas a la Virgen del Pueblito, para que llueva, con los cursos de informática aeroespacial. Querétaro fue una de las primeras plazas conquistadas por el Partido de Acción Nacional (PAN, derecha), hace nueve años, y desde entonces se ha mantenido fiel a los conservadores, que con toda probabilidad volverán a arrasar en las elecciones del 2 de julio.

El PRI acusa al partido de Vicente Fox y Felipe Calderón de no saber tratar a los humildes

Casonas pintadas de colores. Plazas recoletas. Golpes nocturnos de aldaba. Recorriendo las calles de Querétaro, uno esperaría toparse con Josefa Ortiz, la corregidora, en cuyo palacio se fraguó la conspiración para acabar con el dominio español. O con Maximiliano de Habsburgo, efímero emperador que acabó fusilado en una colina cercana por las tropas de Benito Juárez. Lo más probable, sin embargo, es que nos crucemos con un ingeniero canadiense de la empresa Bombardier, que ha instalado una planta de fuselajes como paso previo a la fabricación de aviones completos. Se trata del embrión del primer corredor industrial aeroespacial de México.

Si en el siglo XVII los caminos de Querétaro conducían a los misioneros franciscanos hasta un norte bárbaro y hostil, ahora la carretera 57, de México a Nuevo Laredo, lleva derecho hasta el principal socio comercial. El Tratado de Libre Comercio con EE UU y Canadá dio, en 1994, el impulso decisivo a un proceso de industrialización iniciado en los años sesenta, bajo la batuta del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Un total de 529 compañías extranjeras, exportadoras en su mayoría, ocupan hoy 16 parques industriales. La mitad son estadounidenses. España, con 52 empresas, ocupa el segundo lugar.

Fue en Querétaro donde en 1929 se constituyó el PRI, que controlaría el poder en México hasta 2000. Y es aquí donde la transición se anticipó en 1997, cuando el PAN ganó en las elecciones estatales y municipales. "Presentamos como candidatos a empresarios jóvenes, sin antecedentes políticos y con un lema: honestidad y orden", recuerda Alfredo Botello, secretario de Gobierno del Estado. La regulación de los ambulantes, la depuración de la policía, las infraestructuras y la transparencia dieron sus frutos: en 2000 y 2003, el PAN volvió a ganar la alcaldía de Querétaro. Y todo apunta a que repetirán el 2 de julio.

"Querétaro es un Estado panista", reconoce a su pesar Concepción Sicilia, secretaria general del PRI. "Pero es reversible. Ellos son excelentes empresarios, buenos administradores, pero no políticos. Sus métodos de gestión de empresa privada no gustan entre los funcionarios y no saben tratar a la gente humilde". Ángeles, secretaria universitaria, también añora los viejos tiempos. "Querétaro siempre fue priísta y taurino", dice a la salida de la iglesia de San Antonio. Ni las sucesivas persecuciones religiosas ni el anticlericalismo oficial minaron jamás el fervor católico. En esta ciudad hasta los priístas van a misa. "Nosotros somos modernos. Los del PAN son comesantos y cagadiablos. Te quitan una obra de teatro o un anuncio de la cantante Paulina Rubio desnuda, dicen que por la moral de la juventud queretana, pero luego el diputado panista Rafael Montoya tiene un bar de streape tease en el municipio de Corregidora".

El PRI local espera que el balance decepcionante que ha tenido en la nación el primer presidente del PAN, Vicente Fox, influya en la votación. Pero también reconoce que los resultados en Querétaro son incontestables. Con un crecimiento del PIB del 4,3% (frente al promedio nacional de 2,9%), Querétaro, con casi dos millones de habitantes, fue el Estado mexicano de mayor expansión económica en 2005, después de Aguascalientes. Entre 2001 y 2005 se crearon 22.000 empleos, y la inversión extranjera prevista para el año 2006 asciende a 300 millones de dólares en cien proyectos industriales, sobre todo de alta tecnología. Es, según la organización Transparencia Mexicana, el Estado con menor nivel de corrupción de todo el país, y el sexto con menor criminalidad (de un total de 32).

Un dirigente panista reconoce que el partido no ha logrado quitarse "la imagen clasista" que arrastran de cuando, a falta de militantes, buscaban sus candidatos entre "las siete familias" de abolengo de la ciudad. "Y eso a pesar de que hemos trabajado mucho en las colonias populares con los Programas de Acción Comunitaria". Herminio, limpiabotas de la plaza de Armas, lo confirma: "El PAN ha ayudado a las colonias, con infraestructura, con agua. Yo les voy a votar para gobernador y alcalde. Pero para presidente, creo que sólo Andrés Manuel López Obrador [del izquierdista Partido de la Revolución Democrática] puede hacer los cambios necesarios para acabar con la pobreza".

Los panistas de Querétaro confían en el triunfo de su candidato, Felipe Calderón, pero el sector empresarial no oculta su preocupación ante una eventual victoria de López Obrador. Sobre todo después de que el perredista les dejara plantados durante una reciente visita a la ciudad. "Él pidió el encuentro y luego no llegó. Se perdió una buena oportunidad para intercambiar puntos de vista", comenta Carlos Garza, consejero de la Coparmex, la patronal mexicana. "No creo que un triunfo de López Obrador afecte a Querétaro, porque tenemos una inercia que no es fácil de descarrilar. Pero no somos ajenos a políticas públicas equivocadas en la nación. Estamos a la expectativa".