Automovilistas adormilados
Un tercio de los conductores sigue al volante aunque sienta sueño y sepa que eso aumenta el riesgo de accidente
Conducir con sueño no estará penalizado en el próximo carnet con puntos, que entrará en vigor el 1 de julio, pero es una conducta de riesgo con importantes consecuencias para la salud pública. La somnolencia de los conductores es un factor que contribuye de manera importante a los accidentes de tráfico con heridos y muertos, pero según indica ahora un estudio muchos conductores siguen al volante aunque sientan sueño.
Los cálculos sobre la proporción de accidentes atribuibles a la somnolencia varían del 3% al 33%, pero se desconoce en qué medida los conductores pueden evaluar si están conduciendo adormilados. El estudio que ahora se publica en la edición electrónica del British Medical Journal (BMJ), realizado con 13.299 conductores de mediana edad, muestra que hay una fuerte asociación entre la propia percepción de estar conduciendo con sueño y el riesgo de experimentar accidentes de tráfico graves en carretera en los siguientes tres años.
Ante la pregunta "¿ha conducido usted con sueño en los pasados 12 meses?", el 63% de los conductores que participaron en el estudio respondió que nunca, el 36% algunas veces al año, el 0,8% aproximadamente una vez al mes, el 0,3% aproximadamente una vez a la semana, y el 0,2% más de una vez a la semana.
El estudio muestra que el riesgo aumentaba de acuerdo con la frecuencia en que se conducía con sueño. Por ejemplo, los participantes que declararon conducir con sueño "varias veces al año", tenían 1,5% más de probabilidades de verse involucrados en un accidente de carretera grave que aquellos que declaraban no haber conducido con sueño en el mismo periodo. Y quienes declaraban hacerlo "una vez al mes o más a menudo" tenían casi el triple de probabilidades de verse involucrados en un accidente.
Estos resultados muestran que la conducción con sueño evaluada por el propio conductor es un pronosticador de accidentes de carretera graves, e indica que los conductores son conscientes de la somnolencia cuando conducen, pero no actúan en consecuencia, según los autores. O bien subestiman las consecuencias de la somnolencia sobre la conducción o bien sobreestiman su capacidad para luchar contra ella. Los mensajes de prevención deberían centrarse en convencer a los conductores somnolientos de que dejen de conducir y duerman antes de reanudar su viaje, según los autores.
Por otra parte, otro estudio publicado en la misma revista revela que los conductores de vehículos todoterreno incumplen con más frecuencia las normas sobre uso de teléfonos móviles y del cinturón de seguridad que los de otros coches. En este análisis se incluyeron 38.182 coches normales y 2.944 todoterrenos. En conjunto, casi uno de cada seis conductores (15,3%) no llevaba cinturón de seguridad y uno de cada 40 (2,5%) estaba usando con las manos un teléfono móvil al pasar por delante del observador que realizaba el estudio.
Los conductores de vehículos todoterreno tenían cuatro veces más probabilidades de usar teléfonos móviles sin parar el coche, que los de los otros coches. También tenían más probabilidades de incumplir las normas referentes a los cinturones de seguridad.
Los resultados respaldan la teoría de la compensación del riesgo, que predice que los conductores de todoterrenos se sienten más seguros y por lo tanto se arriesgan más cuando conducen. Aunque los vehículos con tracción a las cuatro ruedas son más seguros en caso de colisión, sus propietarios tal vez se pongan a sí mismos y a otros usuarios de la carretera en mayor peligro de lesiones, advierten los autores.
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