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Reportaje:

Religión y cerveza en 'la ciutat dels sants'

Una ordenanza permite al alcalde de Vic prohibir un pasacalle alcohólico-festivo ante las iglesias del centro de la ciudad

La polémica planea sobre Vic (Osona), ciudad escenario de la novela de Miquel Llor Laura a la ciutat del sants y conocida por su fuerte tradición religiosa y elevado número de iglesias. El motivo: la organización por parte de los jóvenes izquierdistas de la Assemblea Jove de Vic de un pasacalle alcohólico-festivo en las fiestas de Sant Miquel dels Sants, patrón de la ciudad, y un cartel que anuncia esta actividad, el Birramostrum, con una imagen de Jesucristo con una cerveza en una mano y un cigarrillo en la otra.

El pasacalle, previsto para el próximo 1 de julio, consistía en un recorrido por el casco antiguo de la ciudad y una parada ante la decena de iglesias que en esta zona se hallan para beber cerveza. En Osona hay varios ejemplos de este tipo de actos, como el Birracrucis de Taradell, la Porronada de Torelló o el Cantabars de Manlleu, aunque en ninguno se bebe alcohol ante una iglesia.

Pero el alcalde de la ciudad, Jacint Codina (CiU), ha decidido prohibir la actividad mediante una resolución de alcaldía, antes de que se discuta en el pleno municipal. Determinados sectores entienden que los motivos de la prohibición del acto lúdico se basan en la falta de respeto a los símbolos religiosos y en pretender beber en la vía pública, ambas cosas, según el Ayuntamiento, prohibidas por la ordenanza municipal sobre civismo recién aprobada.

El Ayuntamiento ha dejado claro que se trata de una actividad fuera del programa oficial de la fiesta mayor y no ha querido opinar sobre el contenido del cartel. El Obispado de Vic, tampoco. Por su parte, el padre Lluís, rector de la parroquia del Remei, afirma: "Hay personas que se pueden sentir molestas [con el cartel] . Hay que respetar los símbolos, ya sean religiosos o de cualquier clase".

Los miembros de la Assemblea Jove de Vic han declarado que su intención "no era burlarse de nadie, sino dar vida a la fiesta mayor más aburrida de la comarca". También son de la opinión que la ordenanza municipal que ampara la prohibición del Birranostrum "permite beber alcohol en la calle en otros eventos populares y festivos con el permiso del Ayuntamiento". Por tanto, añaden, "el Birranostrum no incumple la ordenanza, sino que es el alcalde quien decide a quién se da permiso y a quién no". Con eso, "queda claro que el único argumento para prohibir un pasacalle de estas características en Cataluña ha sido el diseño del cartel con la imagen de Jesús, el cual, tenemos que recordar, convertía el agua en vino", precisan los organizadores del fallido pasacalles.

La Assemblea Jove no pidió autorización al Ayuntamiento para realizar la actividad.

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El colectivo juvenil argumenta: "la prensa se alarmó por la reacción que gran parte de la comunidad islámica tuvo tras la publicación de las caricaturas de Mahoma". Unas reacciones que "fueron tildadas de integristas, retrasadas culturalmente y consideradas un ataque a la libertad de expresión". Los organizadores del Birranostrum consideran que, "aunque es exagerado hacer esta comparación, en nuestro cartel se ve, simplemente, a Jesucristo con una cerveza y un cigarrillo. Y se puede asegurar que la mayoría de cristianos católicos han probado alguna vez esta bebida tan apreciada históricamente".

La Assemblea Jove de Vic ha decidido suspender el pasacalle y, en su lugar, llevar a cabo una procesión satírica por el casco antiguo de la ciudad, que finalizará delante del Ayuntamiento, donde "se pedirá perdón a las autoridades civiles, militares y religiosas, realizando un acto de penitencia", según palabras de Feliu Fusté, miembro de la organización, que asegura que "será una actividad festiva y sin alcohol".

El Birranostrum se había celebrado en las dos últimas ediciones de la fiesta mayor de la ciudad de Vic, pero como no se hizo publicidad alguna del acto, había pasado inadvertido. En esta edición, el cartel con la imagen de Jesucristo hizo saltar las alarmas en los sectores más conservadores de la ciudad, un hecho que aprovechó el líder del partido ultraderechista Plataforma per Catalunya, el concejal de Vic Josep Anglada, para anunciar que convocaría una manifestación en la plaza Major si el Ayuntamiento no prohibía la actividad además de presentar una moción en el pleno.

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