Relevo generacional en Reus

La continuidad ha sido la tónica dominante en las elecciones a las 13 cámaras de comercio catalanas. Aunque hay algunos cambios. Francesc Cabré Masdeu dejó ayer de ser el único presidente que ha tenido la Cámara de Comercio de Reus (Baix Camp) en los últimos 38 años. El veterano dirigente de los empresarios reusenses, de 78 años, no ha optado a la reelección para "dar paso a las nuevas generaciones", según indicaron fuentes de la entidad. A Cabré le sustituye en el cargo el economista y auditor reusense Isaac Sanromà, de 49 años, que en su discurso de ayer dejó claro que seguirá en las reivindicaciones de su antecesor en la promoción del aeropuerto de Reus o la construcción de nuevas carreteras en la zona para paliar el déficit de infraestructuras que padece el territorio. En Tarragona, el hasta ahora presidente, Xavier Artal, fue relevado por el empresario Albert Abelló.

Uno de los principales retos de Sanromà, que ha sido miembro del consejo ejecutivo de la cámara de Reus desde hace cuatro años, será la incorporación del sector privado a la gestión del aeropuerto reusense. Esta larga reivindicación, junto con la mejora de carreteras como la C-242 -que une el Baix Camp con Lleida atravesando el Priorat norte- o la de Cambrils a Reus son algunos de los testigos que el nuevo presidente recoge de Cabré. Junto con el relevo presidencial, la cámara de Reus ha renovado también al 50% de su pleno y, por primera vez en sus 120 años de historia, durante los próximos cuatro años habrá en él tres mujeres. Una de ellas también será parte del comité ejecutivo.

En Tarragona también hubo ayer cambios en la presidencia de la cámara. Xavier Artal, que asumió las riendas de la entidad en 2003 sustituyendo por motivos de salud al presidente electo Jaume Ferrer, dejó ayer su cargo en manos de Albert Abelló, empresario tarraconense fundador de la empresa de congelados Ana Pons. Durante el último mandato, el punto de mira de la cámara tarraconense ha estado fijado en el déficit de carreteras -sobre todo han reivindicado la ampliación de la AP-7, anunciada hace unas semanas por el Ministerio de Fomento-. Igualmente, la cámara tarraconense ha sido una de las entidades fundadoras a comienzos de año de la Mesa Socioeconómica del Camp de Tarragona, órgano que agrupa a los principales sindicatos, la URV y la patronal CEPTA y que en la práctica constituye un lobby de presión ante el Ejecutivo catalán para diseñar políticas concretas y estrategias de futuro para el conjunto del territorio del Camp de Tarragona.