Chimeneas para ventilar los túneles
A las polémicas chimeneas de extracción de humos del bypass sur de la M-30 hay que añadir ahora los 32 orificios de extracción e inmisión de aire (16 para cada función) que el Ayuntamiento construye a lo largo de la misma vía a su paso soterrado junto al río Manzanares. Algunos de estos orificios, de 64 metros cuadrados, estarán situados a menos de 20 metros de las casas de los vecinos.
Los "cantones de ventilación", como el Ayuntamiento los denomina, sobresalen alrededor de un metro y medio del suelo y están cubiertos por unas rejillas. La contaminación será uno de los asuntos que estudiarán hoy los eurodiputados llegados de Bruselas.
En el proyecto inicial no figuraba ningún sistema de filtración de la polución generada por los coches que circulan por el túnel, pero, tras las críticas de oposición y la polémica generada por las chimeneas del nudo sur, el Ayuntamiento utilizará el mismo sistema de depuración de aire. Se trata de un filtrado doble, primero por humedad y después a través filtros electrostáticos. La polémica, sin embargo, no se resuelve.
Los expertos consultados por este periódico aseguran que las partículas más pequeñas de polución generadas por los automóviles, las llamadas PM 2,5 y que tienen un tamaño igual o inferior a 2,5 micras, son imposibles de filtrar.
Pero el Consistorio insiste en que la contaminación a la que estarán expuestos los vecinos será inferior a la que soportaban antes del soterramiento de la M-30. Alegan que los coches desaparecerán de la superficie y que, aunque no sea de forma total, el aire que extraerán las chimeneas estará mucho más limpio que antes. Además de dichos orificios, el proyecto incluye, cada 150 metros del recorrido, rejillas de 9 metros cuadrados para la extracción de humos en caso de incendio.
El Grupo Municipal Socialista, además de la contaminación, denunció esta semana el ruido que deberán soportar los vecinos como consecuencia del funcionamiento de las turbinas de cuatro metros de largo que extraen el aire del túnel. Estas turbinas, sin embargo, cuentan con un sistema de silenciadores que los socialistas no consideran suficientes.
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