Salvador Oliva publica un libro sobre la buena elocución
Salvador Oliva, catedrático de Filología Catalana en la Universidad de Girona y profesor de dicción en el Institut del Teatre de Barcelona, acaba de publicar Tractat d'elocució (Empúries), una introducción en catalán al oficio de recitar textos en voz alta que no va destinada únicamente a los actores, sino que también puede ser útil a políticos, locutores y lectores de poesía y teatro. A lo largo del estudio, el autor se centra en los elementos que componen la relación entre el texto y el intérprete, y aporta consejos para dominar las múltiples formas del discurso. En opinión de Oliva, esta disciplina es una de las asignaturas pendientes de los catalanes, lo que se debe, en parte, a que en las escuelas cada vez se concede menos importancia a la lectura en voz alta y se ha perdido la antigua costumbre de aprender poemas de memoria.
Otro de los obstáculos para conseguir una elocución de calidad es, en opinión del autor, la pésima influencia que tiene el doblaje de películas extranjeras. Cree Oliva que los dobladores españoles son tan buenos que acomodan a la perfección el texto en castellano al movimiento de los labios del actor que aparece en la pantalla y eso implica que, en ocasiones, se produzcan pausas inoportunas y entonaciones poco naturales. Defectos, explica, que son especialmente perceptibles si uno cierra los ojos y escucha el doblaje sin ver las imágenes. El principal afectado por todo ello es el teatro, donde es posible apreciar algunos "tics" que tienen su origen en el doblaje.
En este sentido, Oliva, que ha traducido la obra teatral completa de Shakespeare y sus sonetos, señala que el arte de la elocución permite dar diferentes dimensiones a un mismo personaje a partir de la información que proporciona un texto dramático.
