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Crónica:LA CRÓNICA | NACIONAL
Crónica
Texto informativo con interpretación

La escasa pasión catalana

El PSOE vive con calma y cierta satisfacción el abandono de Maragall

Soledad Gallego-Díaz

El anuncio de que Pasqual Maragall renunciaba a presentarse de nuevo como candidato a la presidencia de la Generalitat de Cataluña es una muestra del cansancio que ha experimentado su propio partido, el PSC, en esta legislatura y de la preocupación que despierta la alta abstención registrada en el referéndum del nuevo Estatuto tanto en Barcelona como en Madrid.

"Es cierto que el PP y ERC han experimentado la bajada más importante en su voto potencial, pero la realidad es que la desmovilización también ha aumentado en feudos claramente socialistas", explica un dirigente del PSOE que no oculta su satisfacción por el abandono de Maragall. "Nos ha dejado a todos muy cansados", resume. "La vida del gobierno tripartito ha sido corta y llena de sobresaltos. Y no es un secreto para nadie que el debate del Estatut, mejor dicho, del primer texto enviado a Madrid por el Parlamento catalán, con el respaldo de Maragall, ha sido realmente el único asunto político, en toda la legislatura, que ha hecho daño de verdad al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. No tenemos nada que agradecerle".

El partido de Zapatero recuerda que el debate sobre el Estatut ha sido el único asunto político hasta ahora que ha hecho daño de verdad al Gobierno

La probable candidatura de José Montilla se considera en el PSOE como una auténtica incógnita. Desde el punto de vista mediático, la mayoría de los expertos de la calle de Ferraz, sede socialista en Madrid, cree que es un candidato "simplemente malo". "Y no porque haya nacido en Córdoba, que eso es algo que tendrán que valorar allí, sino porque es una especie de esfinge, alguien al que le resulta muy difícil conectar, por ejemplo, con los espectadores de un programa de televisión. Y eso, hoy día, es un problema, hayas nacido en Andalucía o en el paseo de Gracia", explica un especialista del PSOE. Desde su punto de vista, la única ventaja es que Maragall ha dejado una situación política muy abierta, y que el PSC, según los resultados, puede intentar alianzas a varias bandas, con partidos muy distintos. La más difícil sería, según su análisis, una en la que ERC saliera reforzada o fuera imprescindible para formar gobierno tanto para el PSC como para CiU, porque todo el mundo ha quedado muy escarmentado y sólo aceptarían volver a las andadas con una Esquerra Republicana disminuida y controlada. "Lo lógico será que ERC pague en las urnas su evidente división interna", sentencia.

Lo que resulta cada día más evidente es que a los socialistas del PSOE y al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no parece provocarles ninguna inquietud una posible victoria de CiU con Artur Mas a la cabeza. "Eso no quiere decir que no prefiramos un gobierno del PSC y que no vayamos a apoyar su campaña, con Zapatero a la cabeza. Por supuesto. Pero es cierto que un gobierno de CiU no sería tampoco una catástrofe para nosotros. Comprendemos que para el PSC sería un gran golpe, porque sólo habría conseguido la alternancia durante tres años, ni tan siquiera una legislatura completa, y porque CiU ya estuvo en el poder 23 años seguidos, pero la verdad es que ése no es un problema del PSOE ni del Gobierno", mantiene un diputado socialista.

Lo cierto es que la crisis de Maragall en Cataluña ha despertado poco interés en el aparato del PSOE y en la militancia socialista no catalana. "La atención se ha desplazado ya al País Vasco y al tema de ETA, y el candidato catalán, Montilla, no despierta ninguna pasión particular, ni tan siquiera en Andalucía", asegura un responsable socialista andaluz. Desde su punto de vista, la militancia socialista está mucho más interesada por lo que pase en el Partido Popular. "Claro que sí. Nos interesa mucho más saber si Aznar piensa volver algún día, o si se va a encargar también de elegir al sucesor de Rajoy", ironiza el mismo político andaluz.

Dos discursos en 10 días

La realidad es que José María Aznar siempre ha negado su voluntad de regresar a primera línea de la política española, salvo circunstancias muy especiales, y que acaba además de enviar una nueva señal en ese sentido a la militancia popular que, pese a todo, se empeñaba en seguir expresando sus dudas. "Al aceptar un cargo en una empresa extranjera nos ha dejado claro que tiene su vida planteada de otra forma", asegura un diputado popular.

La señal puede haber llegado en un momento especialmente oportuno para Rajoy porque, precisamente en estos días, Aznar tiene previsto pronunciar dos discursos políticos, muy esperados por la militancia del PP. Mañana lunes recibirá en Durango el Premio Jesús M. Pedrosa, en recuerdo del concejal asesinado por ETA, y se espera que hable largo y tendido sobre la política antiterrorista del Gobierno. Y el lunes 3 de julio abrirá la escuela de verano de la Faes con otro discurso sobre la situación política española en general. La duda es si Rajoy estará presente en las dos ocasiones.

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